Está claro que no se puede afirmar rotundamente que siempre se cumple, pero creo que es un dicho bastante extendido porque ante la duda, si eliges que NO, pues te estás salvando el culo, es más difícil sentir que la has cagado que si dices que SÍ, porque en el último caso te implicas activamente, te mojas vamos y te expones al fracaso, al rechazo o a lo que sea.
Así que se podría decir que el NO es la decisión de los cobardes en algunos casos, de los responsables/precavidos en otros, depende del caso. Y el SÍ es para los temerarios, o en otros casos los aventureros, la gente que arriesga.
Ojalá todo se redujera a una fórmula maestra que nos dijera qué es lo correcto, casi matemático... ahorraría mucho tiempo de freírme la cabeza pensando. De hecho he necesitado ayuda psicológica por mi dificultad para tomar decisiones sin que sea un problema y una comida de olla.
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