Usuario Experto
Registrado el: 07-March-2009
Ubicación: España
Mensajes: 365
|
Sabado, una del mediodía, suena el teléfono y te preguntas quién será, ¿tal vez alguna de las chicas que conociste la noche anterior? dudoso. Lees la pantalla, y es tu ex pareja, ¿qué querrá? habláis y entre una cosa y otra te dice que tiene novio. Cuelgas el teléfono e intentas recobrar el sueño, pero no puedes, una fuerza superior te lo impide.
Empiezas a darte cuenta que esa fuerza superior puede ser amor, el anhelo de volver con esa persona que un día amaste, pero al analizar el sentimiento, sabes que no es eso, no deseas volver porque se intentó varias veces, y no funcionó. Empiezas a intentar hacer cosas para olvidar, o al menos atenuar esa sensación de angustia que te surge del corazón, pero nada puede pararlo y poco a poco se va apoderando de tí.
Al no poder obviarlo, vuelves a pensar, a analizar: "si no estoy enamorado... ¿qué será?" "¿serán los celos de otra persona que comparte ese hueco de la cama que te pertenecía?" sí, puede que un poco, pero eso no te hace sentir tan vacío, tan ageno al mundo, tan el Major Tom de David Bowie, pero esa sensación de vacío y soledad es curiosamente similar a la que tienes al acabar un libro, un videojuego o tu película favorita, es la sensación de un punto y aparte.
En ese momento te das cuenta de que lo que se mantuvo meses como puntos suspensivos, ahora es un punto y aparte, te das cuenta que ya no eres el presente de esa persona, sino que ya eres pasado, que pasaste de ser un presidente, a ser "ese alguien que una vez gobernó".
Ahí entiendes que debe ser una sensación parecida a la de quien se jubila, a la de Gandalf diciendo "mi tiempo ha pasado", resignarte que a partir de ahroa no eres más que un recuerdo, algo perecedero y que con el paso del tiempo, no será mas que una curiosidad, una anécdota, un pequeño punto de tres años en el transcurso de una vida que Dios quiera dure un siglo.
Sólo queda resignarte.
Pero el universo no es tonto y el destino es muy hábil, todo es cuestión de saber apreciarlo del modo adecuado, de repente te das cuenta que sí, para esa persona ya no eres Hamlet en Hamlet, ya no eres Robin Hood en Robin Hood, no, pero un día miras a tu alrededor, y te das cuenta de que eres el presente de decenas de personas, eres una gran parte de la vida de gente que te tiende la mano desinteresadamente, no son tu pareja, pero es en estos momentos cuando te das cuenta por qué vale la pena dar la vida por un amigo, porque Lady Marian se separó de Robin Hood, pero para Little John el siemper será un líder, porque cuando Gandalf embarcó con los elfos, había ahí una comunidad del anillo para quienes nunca dejaría de ser la edad de Gandalf.
Duele el sentir que no eres, sino que eras, pero ahí es cuando uno debe no mirar para adelante, sino a los lados, y descubrir toda la gente que está ofreciéndote su mano para ayudarte a seguir adelante.
"Soy pasado de tí, soy presente de ellos".
|