Podría contar con los dedos de una mano los trabajos que me gustan. Todos son perjudiciales, o para quien los realiza (las minas que destruyen tus pulmones, cargar peso hasta destrozarte la espalda, trabajar a 50 grados de calor) o para otras personas (vender a domicilio, y buscar como víctimas a abuelos o personas ingenuas) o para el mundo (todo lo relacionado con la industria petrolera, cárnica, armamentística y mil más...)
Y si intentas dedicarte a algo que no entre en ninguna de las tres categorías, prepárate para que la sociedad capitalista te desprecie y te diga de todo.
|