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Antiguo 29-Dec-2011  
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Nos conocimos en el trabajo hace ya 3 años, luego de 4 o 5 meses de jugar nos pusimos de novios y empezamos una relación maravillosa. Ese año mi mamá estuvo grave, al borde de la muerte tres o cuatro veces por una enfermedad maldita que tiene. Si bien, no afectaba directamente nuestra relación, si afectaba mi relación con mis padres; quienes empezaron a actuar de manera muy aprensiva y dificultaban mi relación colateralmente. Más de alguna vez tuvimos roces y a mi novia poco a poco dejaba de gustarle mi familia y sentía rechazo e incomodidad cuando estaba con ellos. No lo vi. Y en vez de proteger a mi novia de ese ambiente hostil empecé a justificar actitudes de mis papás, quienes empezaban a tomar partido en mis decisiones y eso poco a poco erosionaba nuestra relación.

A pesar de todo eso la relación se mantenía bien, estábamos felices y día a día hacíamos planes a futuro, vivir juntos, comprarse casa, casarse, tener hijos, los nombres de esos hijos, mascota, viajes, planes, teníamos todo acordado y muchas ganas de ir creciendo juntos.

Planeábamos muchas cosas y mis papás siempre opinaban al respecto. En septiembre de 2009 decidimos salir a vacacionar y para mis padres no fue una buena idea, les molestó y no se ahorraron los comentarios negativos, todo eso por supuesto penetró la relación y provocó discusiones.

En febrero del año 2010 pasó algo que fue como un punto de inflexión en la relación. Hubo un suceso (natural/social) muy grande en mi pueblo y mi padre en su desesperación me reprimió mucho y no me permitía acompañar a mi novia, quien el día anterior al hecho había perdido a su abuelo. Hice lo que pude para estar con ella, pero hice lo que pude sin rebelarme, siempre dentro de los cánones que me permitía mi padre, quien se veía desesperado.

Error grave, mi novia le tomó fobia a mi familia y tuvimos un quiebre que para mí fue muy largo (una semana), pero en el que al volver de su boca salió: “no quiero que permitas que tus padres vuelvan a interferir entre nosotros”. Claro, prometí. Promesas, promesas… fue tan difícil enfrentar a mis padres cada vez que opinaban que empecé a tener más roces con ellos y a la vez con mi novia, quien se molestaba por mis reacciones frente a mis papás, sumado a la molestia que arrastraba y al mismo tiempo el malestar que sentía por ver cómo yo no era capaz de enfrentar los problemas liberando a la relación y no apresándola dentro de la bola de nieve en la que nos estábamos metiendo.

Entonces empezamos a tener problemas y roces, y yo me encontraba en medio. Con una relación amorosa defectuosa y con una relación con mis padres también defectuosa. Decidimos viajar nuevamente, y esta vez mis padres fueron más agresivos, que no tenía casa, que no tenía auto, que no tenía nada y me estaba dando lujos, nuevamente problemas con mi novia por la incomodidad que le provocaba sentir la negatividad de mis padres. Cierto día le dije a ellos que no quería que se volvieran a meter en mi vida. Y aunque si opinaban, intentaban no involucrarse en mis decisiones.

Decidimos comprarnos una casa, y como es natural les comuniqué la noticia a mis padres; las respuestas fueron las peores, que quién pagará la casa, que por qué no te casas, que qué pasa si ella se va, qué pasa si lo de ustedes se acaba, en fin, una serie de cosas que no me hicieron pensar, solamente me hicieron sentirme mal y se lo comenté a mi novia. Empezamos a reunir la documentación para comprar la casa, empezamos a unir fuerzas, fueron sus padres a verla a quienes les encantó, quedamos de llevar los papeles nuestros para presentar a la empresa que vendía y de un día para otro, su madre muere. Se durmió una noche y no volvió a despertar.

A partir de ahí intenté apoyarla con el duelo (yo nunca he experimentado alguno), mucha gente me dijo que tenía que tener paciencia, y empecé a ayudarla en todo lo que significaba cooperar con una casa donde la que lleva los tiempos ya no está.
Y empezamos a vivir una vida en la que me transformé en su primer colaborador, donde me necesitara yo estaba y lo que necesitara yo hacía. Su humor desde ahí no era el mejor. Teníamos días bueno y días malos, muchos conflictos, muchas reconciliaciones, muchos “te amo”, muchos “no te quiero volver a ver en mi vida”. La mayor parte del tiempo ella volvía, yo nunca quería presionar ni provocar nada negativo, aunque más de alguna vez me descontrolé implorando que debíamos estar juntos o implorando mayor atención. Siempre ella volvía y quería que nos diéramos otra oportunidad y el sentimiento de amor para mí se hacía cada vez más fuerte, decía para mí: “si hemos sido capaces de llevar adelante esto a pesar de todo lo que nos ha tocado enfrentar podríamos sentar a la luna en nuestro comedor con la fuerza que tenemos”. Así empezó a pasar el tiempo. Los planes se vieron postergados, y yo no tenía problema con eso, lo entendía. Y un día de repente empezamos a ver casas nuevamente. Un día, me comenta que quiere comprarse la casa sola, y que si yo quería con el tiempo luego irme a vivir con ella. Me sentí mal, discutimos y ella intentó hacerme ver que lo que ella quería era comprarse algo, para sentir que lo había logrado, tener una inversión y luego concretar lo nuestro con algo propio… pero yo no fui capaz de ver lo blanco en eso, solo veía lo negro.

No volvimos a ver casas juntos, ella empezó a ver por su cuenta, para invertir, para comprarse algo y luego dejarlo en alquiler, sin afán de molestar me involucré, pero poco, no tuvimos más problemas. Al menos eso creía. Empezamos a pasar por un momento laboral muy intenso, con mucho trabajo y ya no nos veíamos tanto. Yo iba a buscarla a la salida del trabajo y luego nos íbamos a su casa a pasar la tarde/noche, luego, entrada la noche me iba a mi casa a dormir. Una noche me llama, me dice que no puede dormir, que siente temblores en el cuerpo, que siente vértigo, hormigueo… me dejó preocupado. A la mañana siguiente me cuenta que luego de eso sin razón aparente lloraba sin cesar, y que una vez que se pudo relajar se quedó dormida junto a su padre en la cama de él. Le pedí que fuera al médico y así fue, se hizo exámenes (a todo la acompañé) y un día tuvimos una pequeña discusión. Entonces, cuando iba saliendo de su casa me intercepta su padre y me dice que estaba muy preocupado por su hija, la salud lo tenía muy asustado porque él creía que toda la pena de perder a su madre a estas alturas (luego de un año y tres meses) le estaba pasando factura y la estaba haciendo pasar por estas cosas, en donde tenía mucha irritabilidad y mucho estrés, muchas discusiones con todo el mundo, con los hermanos, molestias, en fin, negatividad.

Una noche, de hace ya un mes y cinco días, nos acostamos en su cama a ver televisión, apoye mal mi mano en su cuerpo, se molestó y fue muy agresiva, yo me molesté y cambió mi cara, pero no le dije nada, me preguntó si otra vez me había molestado, le dije que sí pero que no importaba. Me pidió que me fuera, y cuando iba saliendo me dijo que quería que lo nuestro se acabara, que no soportaba más nuestra relación y que estaba cansada de todo.

Me fui, y decidí no contactarla, días después entre en desesperación y la contacté y le rogaba volver y me decía que no, que no quería. Decidí claudicar. Luego me arrepentí y decidí reconquistarla. Comencé a analizar todo, nuestra relación de comienzo a fin y empecé a concluir, y tomé la decisión de irme de mi casa, por mi y por amor, jugármela, demostrarle un cambio y brindarle seguridad a mi lado. Días después me contactó una prima de ella y me preguntó por qué yo estaba desaparecido, le conté que habíamos tenido problemas y me dijo, yo hablaré con ella. Sorpresa para mí cuando la prima me cuenta que ella le había contado que solamente estábamos distanciados y que lo ella quería era remecerme para que madurara y tomara el peso a las cosas, que me independizara ojalá de mis papás y que por fin entendiera como debía tratarla. Sorpresa. Todo se me cruzaba y empezaba a calzar. Empecé a ordenar mis cosas, concreté un departamento y un día contacté a una amiga de ella, la amiga no me quiso decir nada y fue corriendo a decirle que yo estaba contactándola para obtener información. Grave error. Me encontré con su padre a la salida del departamento un día cuando aún no lo habitaba (coincide que el departamento es cerca de su trabajo) y empezamos a conversar, me felicitó por mi decisión, me dijo que era un gran paso y que para él fue vital dar ese paso cuando sus padres no querían a su mujer, yéndose de su casa logró recomponer la relación con ella y de ahí para adelante su vida fue mejor, cuando me contó sobre mi novia me dijo que ella no estaba bien, que estas fechas (navidad y año nuevo) son muy difíciles de enfrentar sin su madre, todavía andaba muy irritable y que lo único que quiere es convencerla de llevarla al médico, a mi me recetó paciencia. Empecé una terapia psicológica para enfrentar esto y ver si puedo crecer, en ella me he desnudado cien veces en la que me encuentro un niño muy aprendido desde pequeño y con muchos problemas de personalidad principalmente por miedos, sobreprotección, dependencia y culpabilidad, sobre todo por la enfermedad de mi madre (excusa que ocupé muchas veces en nuestras discusiones de pareja). Respecto a la relación me dijo que por favor tuviera paciencia, y que viera lo positivo. Un día mi novia me llamó (luego de hartos días, previo a eso me había llamado en son de paz varias veces para saber cómo estaba), me dijo que por favor me alejara de sus círculos, que no hablara con sus amigas, que me alejara para siempre, que entendiera que a pesar de todo lo que aún mantenemos en común lo nuestro había acabado. Le pedí que necesitaba cerrar esos temas (los en común), para convencerme y liberarme mentalmente de la relación para no tener esperanzas y empezar a olvidarla, no quiso, su justificación es que no me quiere ver y que todo lo que tenemos en común ya llegará el momento de cortarlo. La psicóloga me dice que por favor trate de ver lo positivo. Y ayer luego de hacer un trabajo con mi autoestima me sentí con el valor de llamarla, solo para saber cómo estaba, aceptando de entrada que probablemente me rechazaría profundamente, hablamos bien, durante dos o tres minutos, luego de eso se produjo un silencio, tenso, y a partir de ahí me dijo que no la volviera a llamar, que la dejara tranquila, que no me cree nada y que por favor me olvide de ella. Yo sabía que me diría todo eso. La psicóloga frente a eso me volvió a decir que viera lo positivo respecto a todas las sensaciones que aún le provoco y la atención que me dio esos primeros dos o tres minutos. Recién ayer pude irme a vivir solo definitivamente. La extrañé mucho, la necesité mucho, y aquí estoy ahora esperando que pase el tiempo y esto se aclare de una vez… por el momento no sé qué hacer, solo sé que a cada latido su rostro vuelve a mi cabeza, la amo profunda y absolutamente. Algún consejo?, Cómo la recupero?, Me olvido?...

Dato, tengo 25 años y ella 26, dos años y medio de relación, aunque un poco más sin oficialización (jaja) hasta que terminó .
Ojalá esto no lo lea nunca.
 
 

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necesito consejos para saber lo que tengo que hacer Necesito ayuda para saber si le gusto Necesito ayuda para saber si le gusto a una chava...... necesito, saber lo que necesito, toda la ayuda es poca.


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