La mayoría de las veces que nos hacemos esta pregunta "¿le gustaré de verdad?" nosotros mismos sabemos que no le gustamos tanto como quisiéramos. Cuando le gustamos a alguien... se nota. Ya puede ser tio o tia. Se nota. No hace falta tener un graduado en Harvard. Se nota.
Si dudamos... ya tenemos la respuesta. Puedes gustarle al chaval, eso no te lo niego. Pero lo que está claro y creo que es lo realmente importante es que no vais a la par. De modo que, me gustaría ahorrarte dolores de cabezas innecesario y decirte ya de primera hora que ese chico te va a decepcionar más de una vez porque ya de primeras te está mandando el mensaje de que no te va a dar lo que tu esperas.
Si acabas en una relación con él, ten presente que va a ser una relación de aprendizaje. En la que tú le vas a enseñar a él lo que es de verdad una relación. Eso no tiene que ser una cosa mala. Pero depende mucho de cuánto de claro tienes las cosas, del tiempo que estás dispuesta a dedicarle y de las ganas que tengas de probar y aventurarte en la experiencia o dejarte de tonterías y cortar por lo sano, esperando una vez más a que llegue la persona que lo tenga más claro y no te maree.
Esto te lo cuento, según lo vivido, es decir mi experiencia, y no como si llevara la razón absoluta. Un tio que de primera hora no tiene claro lo que quiere y se dedica a las idas y venidas es un tio que te va a marear mucho. Yo que tú le dejaría las cosas claras desde el principio, si acaba huyendo, pues ya sabes que no es para ti. Si reacciona y se queda, enhorabuena y mucha suerte, porque ya al menos algo te ha demostrado.
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