El amor es una fase que sigue a la atracción. No puede haber la segunda sin la primera.
La atracción se puede dar por muchas formas: Auditiva, visual, quinestésica, etc. Pero siempre debe ser un factor externo el que la propicie.
Como seres biológicos que somos, necesitamos de alguien quien plazca nuestros sentidos. Los niveles de placer que necesitamos y, a veces, las permisiones que podemos dar son puramente personales.
Es por eso que alguien puede enamorarse de una persona con hermosa voz aún cuando ésta no tenga un físico soñado; o puede enamorarse de una persona físicamente atractiva aunque su modo de ser no sea perfecto. Todo se basa en qué te importa más y qué menos, qué es obligatorio y qué puede ser opcional.
Todos los sentidos son importantes, no discriminen solo por que la vista es el más efímero y condenado.