Voy a contar una historia chiquitita para hacer ver lo que NO hay que hacer.
Para empezar voy a hacer referencia a la protagonista del día: Kate Middleton. Una chica que, quitando la boca, es una copia exacta de una persona que conozco. Pero esa persona tiene los dientes más bonitos
Visto ya lo guapa que es, decir que los tenía a todos loquitos. Entre ellos, un chico, que al ver que tantos de todas partes le halagaban, pensó que la mejor manera de llamar su atención, era criticandola, poniendola verde y picandole a todas horas.
Efectivamente éste chico llamó su atención, pero como el tío más gilipollas que había conocido en su vida, y que cada vez que aparecía, ella se marchaba.
Hasta que un día fue a hablar con ella:
- Yo creo que me he equivocado contigo...
- ¿Por?
- Porque como veia que todos te decian lo guapa e impresionante que eras, estabas ya tan acostumbrada a oirlo, que llamaría tu atención si hacía lo contrario, pero veo que he conseguido que me odies.
- Pues si, efectivamente. Te tengo un asco que no te puedo ni ver.
- ¡Cuanto lo siento! ¿Cómo lo puedo arreglar?
- De ninguna manera. Conmigo ya no tienes nada que hacer. Pero te digo como consejo para el futuro, que no lo vuelvas a hacer nunca. Porque si las chicas tenemos 2000 halagos, el 2001 no nos sobra para nada, todo lo contrario.
A partir de ese día, él se deshacía en halagos con ella, pero ya era demasiado tarde. La pata que había metido era demasiado grande.
Por lo que NUNCA, bajo ningún concepto, abandoneis los halagos con una chica.