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Usuario Novato
Registrado el: 06-August-2015
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Me llamo Esther, tengo 26 años y estoy muy confundida. Espero que no os parezca un tostón... necesito contar algunas cosas primero para que puedan entenderlo todo. Allá voy.
El caso es que este curso que acaba de pasar, he hecho mi último año de la carrera... aunque aún tengo que presentar el trabajo final. He tenido algunos problemas... especialmente con una asignatura de química farmacéutica. Me ha costado tantísimo sacarla que he tenido que pedir ayuda en el departamento porque no había manera humana de aprobarla. Y aquí es donde empieza el problema: esa asignatura la imparten varios profesores, con lo cual si no te puede atender uno, te atiende otro... el problema es que de los 3 que la imparten, todos están siempre liados con problemas del decanato o del rectorado... Por ello los alumnos nos vemos obligados a acudir a los "nuevos doctores" que aunque no sean encargados de la asignatura, suelen ayudar en las clases y en las prácticas. En concreto una de las nuevas doctoras... llamémosla "La doctora", siempre ha estado disponible para todos los alumnos, cosa que se agradece muchísimo.
En un principio me pareció (a todos en general) una persona bastante sosa... de hecho, el primer seminario que impartió, ni lo escuché y no por falta de interés sino porque ya solo su voz daba sueño. Aún así durante las prácticas, ella prestaba apoyo y yo le hacía todas las preguntas que se me ocurrían. Al acabar la semana de prácticas se me acercó sonriendo y me preguntó "no tienes más cuestiones que resolver?", a lo que yo contesté que no.. que ya la había hecho sufrir bastante. En enero, me presento a dicha asignatura... fui la ÚNICA persona que se presentó porque a todos les dio miedo y la dejaron. Como solo era una persona, el profesor me llevó a uno de los despachos para que hiciera el examen allí. Me asignó un sitio, pero al sentarme descubrí que había una chaqueta y un portátil que me dijo que los echara hacia un lado. Yo no estaba convencida de coger con tanta confianza las pertenencias de otra persona así que me quedé de pie dudando por un instante, hasta que apareció la otra profesora de la asignatura y me dijo "No, ahí no, que es donde se sienta "La doctora"... con lo cual dejé la chaqueta en su lugar, y me senté unos puestos más alejada. EN lo que esperaba a que me dieran el examen, me apoyé en la mano y me di cuenta de que me olía al perfume que tenía la chaqueta de "La doctora". Un perfume que, de verdad, olía a maravilla. Más tarde mientras hacía el examen, escuché que alguien se acercaba pisando fuerte (el típico taconeo que desquicia a cualquiera que intente concentarse en algo) y al darme la vuelta, entró "La doctora"... muy bien vestida y de nuevo al pasar por mi lado olí su perfume... me preguntó que si necesitaba algo, me puso la mano en el hombro y me dijo que me iba a salir muy bien el examen. Se fue y no la volví a ver más hasta que tuve la segunda parte de la asignatura... mucho más complicada que la primera.
La doctora, seguía dándonos seminarios pero yo pasaba olímpicamente de ella. Hasta que de nuevo, comenzaron las prácticas. Yo necesitaba ayuda con lo que hacía y mi profesor prestaba más atención a los repetidores, con lo cual no me quedaba más remedio que acudir a ella. Al principio me ayudaba a resolver dudas, pero mientras avanzaban las semanas, para ella se fue transformando en algo así como un jueguecito, me hacía preguntas para pillarme y para ver si llevaba al día la asignatura. Bromeábamos mucho con otro compañero que siempre se sienta a mi lado. Al final de la semana, debíamos presentar un trabajo final... ese mismo día, tras presentar el trabajo, volví a mi sitio para ver el resto de las exposiciones, y a la misma altura que yo, pero unos 5 asientos más alejada, se sentó La doctora. Una de las veces que mi profesor nos estaba corrigiendo a todos en general, me di cuenta de que La doctora me estaba mirando fijamente... soy una persona muy tímida, y cuando alguien hace eso me da mucho apuro... sin embargo, le aguanté la mirada sin saber bien que hacer... porque estaba mirándome mucho, y al momento bajó la mirada hacia el suelo y en su cara parecía que le había dado vergüenza... Yo me giré hacia el lado contrario para evitar que volviera a pasar porque lo pasaba mal... y ahí quedó eso. Pero pronto me dí cuenta de que no hacía sino pensar en ella... y en cómo me gustó en el fondo que me mirase... lo buena que había sido conmigo en las prácticas... No era normal estar pensando que quería verla todo el rato, así que aprovechando que había acabado la asignatura, dejé de subir a la facultad cuando sabía que estaba ella. Y acabé "olvidándola".
Por cosas del destino, y al ser una de las pocas que aprobó la primera parte, mi profesor principal me propuso participar en un congreso, junto a otros compañeros, y yo acepté de muy buena gana. Era una oportunidad que no todos tenían. Debíamos pasar 6 días en Barcelona... pero no solo íbamos los alumnos sino que también muchos de los profesores... y entre ellos, La doctora. Hubo muy buen ambiente, bromeábamos mucho y siempre me tocaba sentarme junto a ella en la cena. En una de las conversaciones, y no recuerdo exáctamente por qué, me preguntó la edad... le contesté que tenía 25 (en aquel entonces) y se llevó las manos a la cabeza... le pregunté que qué pasaba con eso y me dijo que se notaba mucho la diferencia... que ella tenía 35. Total que de ahí empezó la broma de la edad... ella nos llamaba niñatos y yo siempre que podía le hacía alguna broma sobre la edad... Para nada le molestaba, le hacía gracia. Empecé a notar que siempre se intentaba poner a mi lado y me miraba sonriendo... como esperando a que le dijera algo. También empezó a "pegarme" en la cabeza cada vez que le hacía alguna broma. Y otra de las veces, en una "fiesta" me había quedado medio dormida y cuando abrí los ojos ella me miraba sonriendo... casi me muero de la vergüenza. Ya, sin quererlo, había empezado de nuevo a pensar en ella... a buscarla con la mirada (sin que se diera cuenta, claro)... me gustaba mucho. Sin embargo, había veces que la situación era algo tirante porque cuando me hablaba no acababa del todo las frases o cuando yo le hablaba no sabía bien qué decirme... y yo a ella tampoco de la vergüenza y de la jodida timidez que tengo, simplemente nos quedábamos mirando y yo quitaba la mirada como haciendo que escuchaba a alguien más o que miraba otra cosa. En resumen, nos buscábamos pero nos costaba a veces arrancar la conversación o seguirla. Me ayudaba con las maletas para que yo no las cargara, cuando íbamos por ahí se daba la vuelta para ver si estábamos todos y al pasar me tocaba el hombro o la cintura... y durante una foto me agarró por la cintura fuertemente contra ella... (casi me desmayo). Cuando bajábamos a desayunar, ella ya estaba sentada, mirándome y sonriendo... como siempre... yo me ponía nerviosísima y se me notaba un montón...
Una vez acabó esa semana, ya poco nos volvimos a ver. Una vez que fui por la facultad a arreglar unos papeles para el trabajo final, me vio y me dijo que qué hacía allí y le dije "te estaba buscando" y se fue sonriendo... pero volvió a venir y me dijo "de verdad me buscabas?" y yo le contesté entre risas que no, que era broma. Y también al entregar una última parte de un trabajo la vi, y sin decirnos nada ambas nos acercamos a darnos dos besos (casi se me para el corazón... qué bien olía!!!), me preguntó que si estaba nerviosa y de nuevo volvía a pasar lo mismo... no acababa del todo las frases. Al salir de la exposición me vio y se acercó a preguntarme que cómo me había ido, bromeamos un rato... La semana pasada la facultad cerraba por vacaciones y yo tenía que subir casi todos los días a arreglar detalles y entregar papeles... solo deseaba verla pero sabía que por donde yo iba ella nunca pasaba... Pero de repente, uno de los días la vi caminando justo hacia donde yo estaba... no me lo podía creer, lo que había estado esperando todo el tiempo... y cuando me pasa, me pongo nerviosa, me sudan las manos... y me da de todo. Hablamos poco pero de nuevo nos miramos y nos sonreímos hasta que ambas dijimos que teníamos que irnos... a la vez... Y con una despedida algo fría.
Sé que a ella le gustan las mujeres... el caso es que no sé si yo le gustaré y, además, no la voy a volver a ver y no tendré oportunidad de acercarme más... Aparte de la diferencia de edad, ella no ha hecho más por hablar conmigo... (al igual que yo tampoco con ella).
Solo quiero que me déis consejo, quiero saber qué puedo hacer, cómo puedo enfrentar esto porque la verdad... nada me sirve por ahora. Nunca me había gustado una mujer... y mucho menos 10 años mayor que yo... y encima siendo profesora mía... parece que se me unieron todos los contras a la vez... A veces me gustaría saber qué piensa de mí, algunos momentos me parece evidente que le gustaba pero otros pienso que solo me mira con cariño... como a una niña, y para ella solo soy eso, una niña.Siento mucho haber escrito todo este testamento pero de verdad que lo necesitaba. Muchas gracias por leerlo, quien lo haga. Espero consejos u opiniones. Besos.
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). Así le comentas qué tal te está yendo o incluso podrías preguntarle su opinión acerca de alguna duda que tengas respecto al mundo laboral. Da igual lo que le digas, pero habla con ella. Incluso aunque pueda darse cuenta de que la buscas expresamente, no es algo malo.
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