A mi yo del MUY pasado (niño-adolescente temprano):
"Sé que va a serte difícil, y en gran parte lo lograrás, pero no cambies nunca. Nunca dejes de dar todo ese cariño y amor. Eres mucho más sabio de lo que piensas."
A mi yo del pasado:
"No te voy a decir que actúes sin pensar porque sé que hubiera sido un error, pero las cosas no vienen gratis y si te decides un poco antes, mejor."
"No temas en romper la imagen que tienes de ti, pues te la has puesto tú mismo."
A mi yo del presente:
"Deberías dejar de hablar conmigo mismo en segunda persona en esta respuesta, da mal rollo."
A mi yo del futuro:
"Ni se te ocurra culparme de nada, que te veo venir, y de momento me estoy portando."
"Si encuentras alguna manera, envíame el número ganador de la lotería. Gracias."
|