Conocí una chica en las fiestas de mi pueblo

AlanBreck

Hola chicos, os voy a contar cómo me ha ido en las fiestas de mi pueblo, que son Hogueras y hay un ambiente muy animado.
El caso es que salí con los amigos a disfrutar de las barracas y a tomar algo por el pueblo y me encontré con una chica que al principio de verla no me llamó mucho la atención, pero luego, cuando mis amigos se fueron yendo con sus novias y ligues y me iba quedando solo, pensé que no sería malo conseguir intimar con una mujer en una noche tan especial, y me volví hacia la chica que dije antes.
Ella es una chica normal, un poco más alta que yo, pelo castaño, ojos marrones, cara normal, cuerpo normal... En fin, que no está mal. La invité a un par de cervezas y empezamos a hablar. me contó un poco sobre su vida, que no está casada, que tiene una niña de un año y medio y que vive con el padre de su hija que era el chico que ponía las copas en la barra de la barraca. Pensé que la cosa no pintaba mal y seguí interesándome por ella.
Ella miraba mucho al chico de la barra, que cada vez se dejaba notar más y más, que si ahora limpio la mesa, que si la vuelvo a limpiar, que si desea tomar algo más o sino váyase, etc. obviamente el chico estaba molestando y me puse serio con él. Me levanté y le pregunté qué le pasaba, que si tenía algún problema, que nos estaba molestando a la señorita y a mí.
El chico, que medía como 1,80 de estatura, vamos, me sacaba una cabeza, pelazo castaño y ojos verdes, con cuerpo de modelo trabajado en el gimnasio, me miró mal y se me acercó amenazante. Cogió mi vaso de cerveza, que me quedaba como media consumición, y me la echó por encima diciéndome que yo sí que estaba molestando a su mujer, que era un gordo de mierda y encima con cara de baboso. Se había pasado.
Me puse digno y estaba obviamente iiritado, estaba nervioso y empecé a reir o a hacer como que reía para intimidarle, le dije que si no sabía quién era yo, que se le iba a caer el pelo. El chico me dió un empujón y caí al suelo tropezando con una silla, me hice daño en la cadera y luego la chica cogió y me echó lo que quedaba de su vaso otra vez por la cabeza y me dió una patada en los riñones.
Me levanté manteniendo la compostura y le dije que ahora si estaba cabreado, que se iba a enterar. menos mal que vino un policía municipal y puso paz, que sino, ahí se lía. Como quiera que soy bueno, preferí que el asunto no trascendiera, tengo una reputación y no quiero dar la nota en mi pueblo, así que solicité el libro de reclamaciones para extender una queja porque la cerveza no estaba lo bastante fría.
La cosa no fue a más porque Dios no quiso, menos mal, que si me caliento... menudo soy yo.

AndreaB

Le podrías haber dado un mordisco y le habrías arrancado un brazo
Gordo de mierda