Todos lo somos en ocasiones, ¿no?, por más que en el fondo tanto la condescendencia como la crítica la empleemos o la omitamos casi siempre de un modo bastante subjetivo, en función de quien sea el destinatario en cada caso. Así, solemos ser condescendientes con nuestros amigos y afines, en tanto que con quien no nos cae bien o, sencillamente, con los desconocidos tendemos a mostrarnos más críticos y exigentes. ¿Es o no es así? Eso pasa tanto en la vida real como en la virtual de un foro.
En todo caso, la condescendencia puede ser tanto una virtud como un defecto, según cada caso en concreto. Una excesiva condescendencia puede desembocar en la pleitesía y la sumisión. Por el contrario, no mostrarla cuando la ocasión, la persona o las circunstancias lo requieren, podría rayar en la injusticia.
El equilibrio estaría en dar a cada uno lo suyo según sus merecimientos. Pero ¿cómo alcanzar ese equilibrio? Supongo que requiere de cierta sensatez, cualidad que por desgracia no todos poseen, e incluso el más sensato puede tener un mal día, uno de esos donde el ánimo se nubla y ciega la mente. ¿Hay que ser en tal caso condescendiente y disculpar al sensato que, nublado su entendimiento, se mostró insensato? Imagino que sí. Sería al menos lo justo, digo yo.
Lo cierto es que, como regla general, nos gusta que nos respeten, tanto en la forma como en el fondo, y sin embargo no siempre respetamos del mismo modo.
Nos gusta que disculpen nuestros errores, mas, sin embargo, nos cuesta a veces disculpar.
No nos gusta que nos hagan de menos, pero a menudo ninguneamos al de al lado.
No nos gusta ser objeto de crítica, pero, sin embargo, nos gusta criticar.
Nos sacan de nuestras casillas Fulanito o Menganito y, sin embargo, no consideramos a aquellos a quienes a buen seguro nosotros incomodamos.
Nos gusta la sinceridad, pero en muchas ocasiones no somos sinceros.
Nos gusta ser perdonados, pero a menudo aplicamos el rencor, cuando no la venganza, como pago a determinados desaires.
No nos gusta ser lapidados y, sin embargo, tiramos a menudo la primera piedra.
En fin, son las cosas que uno observa, tanto en un foro como más allá de sus cibernéticos muros. Pido disculpas por haber empleado la primera persona del plural, ya que no es mi intención insinuar que todos actuamos del mismo modo en todos los casos reflejados. Sólo es que quería que de algún modo todos nos sintiéramos involucrados. En todo caso, espero vuestra condescendencia.
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