Ya has metido el pie en el barro, aunque aún no te hayas dado cuenta, obnubilado por la visión de las mariposas.
Si te das cuenta rápido, con suerte tendrás la bota un poco manchada y ya está. Pero como sigas fantaseando, puede que te hubieras metido en un lodazal y con medio cuerpo dentro.
Reacciona.
|