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Sé que el título suena terriblemente mal, pero te explico: llevo con mi novio toda la vida. Por H o por B, hace mucho tiempo que mi grupo de amigos se separó, cada uno hizo su vida, y me quedé sin amistades (conocidos tengo muchos). Se podría decir que mi novio era la única persona de confianza que tenía, con la que más me relacionaba. Y eso no supuso mayor problema. A finales del año pasado, cambié de entorno y conocí gente nueva, gente con la que me he relacionado mucho en esta cuarentena (vía whatsapp, por supuesto). Y siento que se me ha abierto un mundo. Sin querer, he empezado a comparar a mi novio y no me agrada el resultado: mientras que mi novio no para de quejarse por y criticar a todos, mis nuevos amigos me hacen reír con un humor chispeante y ocurrente; mientras que el tema principal de mi novio son los videojuegos, mis nuevos amigos son personas cultas y fascinantes de las que siempre estoy aprendiendo; mientras que mi novio pasa horas y horas frente a la consola (precuarentena ya era así), mis nuevos amigos leen, van a conciertos, viajan, salen a tomar café, hacen deporte y un largo etcétera. Creo que ya más o menos te haces una idea del panorama. Admiro mucho a esta gente y no sé bien si estoy deslumbrada por la novedad, pero lo cierto es que yo también me comparo y me siento estancada intelectualmente con mi novio, ese que me parecía el más divertido e inteligente del mundo, es como que sin darme cuenta me ha arrastrado a su mundo y he acabado viviendo como él, cuando yo antes me preocupaba por ver documentales, tenía curiosidad por todo y ahora... me siento a su lado en el sofá, a ver como juega (porque si no estoy con él, se enfada), y dejo la vida pasar.
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