Se puede teorizar mucho sobre como llegar al corazón de ellas con toda suerte de hipótesis más o menos apegadas a la verdad o sustento alguno.
Pero en todo caso, lo más fructífero será enfocarse en perfeccionar y limar los fallos cometidos en tus andanzas con ellas.
Es ahí donde residen las respuestas aún ocultas para llevar tus intenciones a buen puerto.
Cualquiera te puede dar fórmulas mágicas y no cambiar nada en tanto tú no cambies la metodología por la que siempre has obtenido malos e insatisfactorios resultados en el supuesto caso que así haya sido.
¿Qué tal que tú nos das la fórmula para capturar tu corazón?
En el difícil caso de saberla con toda precisión, sería una locura divulgarla.
Dada la naturaleza reservada y selectiva del amor de pareja, -si por cualquiera pudieras sentir lo mismo según que hilos sepa mover ¿qué sentido o de especial tendrían los sentimientos amorosos?- mucho del encanto radica, si, en ciertas pautas por todos sabidas o al menos sospechadas como la amabilidad y gentileza, la pasión o la ternura, etcétera, pero también en el encanto del misterio y la circunstancia fortuita de coincidir para ser uno para el otro.
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