Es lo malo de los países ibéricos, tanto España como Portugal como nuestros hijos del otro lado del Atlántico; es muy difícil conseguir un buen trabajo que permita la independencia de los hijos. Sólo unos pocos privilegiados pueden permitirse el lujo de vivir independientes desde principios de la veintena.
Todo esto contrasta con nuestros vecinos del norte de Europa; allí los gobiernos se preocupan de que los adultos jóvenes tengan independencia y empleo. Aquí es otra historia. Las razones son muchas, pero pueden resumirse en la cantidad de dinero negro que hay, gente que defrauda a Hacienda cada vez que tienen oportunidad, gobiernos que derrochan todo el dinero que recaudan en tonterías y en su acumulación personal indebida, exceso de gente dedicada a la política y exceso de funcionarios y cargos puestos a dedo, etc. Todo eso es dinero que se pierde, que podría invertirse en la juventud y en erradicar el exceso de pobreza.
No podemos compararnos con los países escandinavos o del norte en general porque, entre otros motivos, allí no tienen tantos políticos y mucho menos gente con cargos puestos a dedo chupando del bote. Y allí la gente no se escaquea de pagar impuestos. Tienen una mentalidad a años luz de la nuestra.
Tendrás que aguantar a tu madre mientras no tengas independencia económica. Lo siento, pero no te queda otra, es lo que hay. Si te quejas de ello, haber nacido en Holanda o Dinamarca en vez de en un país hispano. Recuerda que cien mil veces peor habría sido nacer en Afganistán o Yemen; ahí habrías sabido lo que es una vida dura de verdad.
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