Con el tiempo me he dado cuenta que yo también era muy dependiente.
Mi vacuna fue sencilla:
SOLEDAD.
Soledad bien entendida. Es decir, tiempo a solas para encontrarte contigo misma. Sin recurrir a Wathsapp, Facebook o Instagram para matar el rato y tapar vacíos. Menos aún acercarte al alcohol, tabaco, juego... Eso solo empeorará el problema.
¿Qué tienes dentro que no te deja avanzar y te hace sentir dependiente? ¿Miedo a qué? ¿Inseguridad por qué? Es doloroso pero hay que rascar para avanzar.
A mí me ha funcionado. Soy más libre, aunque sé que me queda trabajo por delante.
Y sí, tienes que ser valiente y romper esa relación.
|