¿No es verdad, angel de amor,
que en ésta apartada orilla....
Chico fuera de coñas, como te han aconsejado arriba, en un lugar tranquilo y neutral (sin amigos ni conocidos que produzcan "interferencias") una cafetería, hamburguesería y demás lugares de hostelería habilitados al efecto
. Un ejemplo:
LAURA: ...y estaba el otro día el rector tocándonos ya bastante los ovarios cuando, ¿a que no sabes qué?
GERMÁN: ¿qué?-mirando sonriendo de oreja a oreja a Laura más pendiente de sus gestos, su rostro y expresión que de la conversación en si
LAURA: Pues que apareció a su espalda el inspector, no veas la risa y...-interrumpió Germán-
GERMÁN: Para un momento, tienes una mota en el ojo...-haciendo ademán de acercarse a Laura- Laura, ¿sabes qué? tienes unos ojos preciosos...siempre me fijé en ellos pero verlos de cerca es algo que nunca olvidaré.
LAURA: pues, gracias-dubitativa-
GERMÁN: Es cierto, y además puedo asegurar que nunca había visto unos tan hermosos, tan radiantes de luz y esa expresión. Mira, voy a ser franco contigo: hace tiempo que me gustas, que me fijo en ti, me pareces una persona especial. Y, llegados a este punto, quisiera pedirte algo: ¿te gustaría que saliésemos juntos? Así, como ahora, conocernos porque para mi sería estupendo...
LAURA: Pues...no sé que decir.
GERMÁN: ¡NO!, no digas nada aún. Estas cosas no son para soltarlas así. Tú me dices...
Obviamente, durante el diálogo la cara que pondrá nuestra interlocutora lo dirá todo. Pero, ya saben, la esperanza es lo último que se pierde...
Personalmente, hace años que no vivo una escena así, qué recuerdos.