Me recuerda a cuando hice mi primera vez submarinismo. Dos horas de práctica previa en una piscina, donde te explican todo y pruebas.
Cuando llegó la hora, al irme a tirar al mar, se me había olvidado todo. Luego dentro fue dejarme llevar.
Pues lo mismo con los besos, es una cuestión natural y poco a poco fluye.
|