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Hay muchas cosas que se ponen en juego en el momento en que dos personas que están en una relación deciden llevarla más allá y dar el gran paso. La primera vez en el amor es importante tanto para hombres como para mujeres, y también, aunque no muchos lo hagan notar, tiene mucho peso dentro de la pareja. Esto quiere decir que la primera vez que estés con una persona os marcará significativamente a los dos, independientemente del número de experiencias previas que uno de vosotros –o ambos- posea.
Hay determinados aspectos a ser tenidos en cuenta si perseguimos el objetivo de que ambos miembros de la pareja disfruten plenamente el momento de estrenar la sexualidad de los dos. Si bien es importante la espontaneidad y que las cosas se den naturalmente y sin planificarlas, es bueno ir pensando ciertos aspectos para que, llegado el momento, estos no impliquen ningún obstáculo al placer.
En primer lugar, es fundamental que ambos miembros de la pareja estén plenamente de acuerdo en iniciar la vida sexual en común. Para ello no alcanza con que uno insista y el otro (culturalmente la mujer, pero puede darse de otro modo) simplemente “acceda” para complacer a su compañero. El sexo debe ser deseado y esperado por los dos. A veces el momento ideal tarda en llegar, por lo cual es aconsejable tener mucha paciencia.
Para cada uno, es aconsejable sentirse cómod@ con su propio cuerpo. Claro que todos tenemos inseguridades, aspectos de nuestro físico que nos agradan más o menos. Pero a la hora de desvestirse frente a nuestra pareja, estos complejos pueden jugarnos en contra, generándonos inhibiciones que no nos permitirán disfrutar completamente. Es importante saber reírse de los propios defectos y aceptarse tal cual somos. Quién sabe, a nuestr@ compañer@ hasta pueden resultarle muy atractivas nuestras supuestas “fallas”.
El lugar debe ser cómodo, privado y seguro, para favorecer que nada perturbe la comunicación de los miembros de la pareja en estos momentos. Es bueno saber que no corréis el riesgo de ser interrumpidos por compañeros de departamento, hermanos o –qué incómodo- alguno de vuestros padres.
Un aspecto vital que nunca debéis pasar por alto es el de utilizar siempre protección. Un método de barrera como es el preservativo ayuda no sólo a prevenir embarazos no deseados, sino también enfermedades de transmisión sexual como el HIV. Y nadie, ni siquiera una persona que recién esté teniendo su primera experiencia sexual, está exenta de este tipo de riesgos. Es conveniente que las chicas consulten previamente con un ginecólogo para estar informadas de las ventajas y desventajas de cada método anticonceptivo.
Por último, siempre debéis tener en cuenta que la relación sexual es el grado más alto de intimidad que se puede alcanzar con una persona: es recomendable que ambos hablen al respecto, que puedan abrirse al otro y compartir sus expectativas, sus temores y sus deseos.
La primera vez puede ser una experiencia increíble, pero si no llegara a salir del todo bien, no debéis desilusionaros: lleva tiempo conocer a la otra persona y para ello, permitirse una intimidad tanto física como emocional es muy importante. Tened por seguro que, con amor y paciencia, iréis descubriendo poco a poco las maneras de darse placer que son, como cada uno de nosotros, únicas.
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