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Iniciado por Agenda
Para nada lo veo cruel, todos queremos y deseamos que nuestros ex estén amargados e infelices. Al menos en mi caso es así, sinme han hecho daño en caso contrario que les vaya bonito. Pero yo alegrarme de que les vaya bien ni jarta vino.
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Yo creo que si no aprendemos a perdonar a quien nos hizo daño y, en consecuencia, alegrarnos de la felicidad ajena, nunca conseguiremos que los demás se alegren de nuestra propia felicidad.
Yo pienso en ese sentido que, por mucho que los ex puedan habernos hecho sufrir, son personas a las que en un momento dado quisimos y que, por ello, debemos alegrarnos de su dicha.
Y no importa que en el momento de la ruptura nos pudieran hacer daño. Pienso que hay que ser en ese sentido como el árbol, que presta su sombra incluso al leñador.
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