LOS CAMBIOS SON PARA BIEN
_________________________
(Aunque no lo parezca)
A comienzos del año 2015 en el trabajo no me fue nada bien. Por una extraña razón era superada en ventas por un compañero de nuevo ingreso. Esto me puso en Alerta con el Gerente de Óptica. Si no mejoraba mis números seria enviada a otra sucursal donde tendría menos ingresos.
Lo curioso es que antes de sentir que tenia la culpa de todo, ahora relegaba esa emoción con pretextos: -"La gente no tiene dinero, su tarjeta no paso, vienen nada más a hacerse el examen de la vista gratis" - Todo era valido para justificar que no me compraran lentes mis pacientes.
Una parte de coraje era que el chico Auxiliar pronunciaba mal los diagnósticos, recomendaba armazones inadecuados al paciente mostrando lentes de mayor costo o que no quedaban de acuerdo a las proporciones del rostro. En lo que me di cuenta que nuestro trabajo tenia mas valor en Ventas que en el Diagnostico.
Ser optometrista tiene mayor significado en el piso de Ventas.
Los errores que tuve en los comienzos de este trabajo fue suficiente para estar descalificada para un ascenso en Gerencia. Lo solicite dos veces y las dos veces fui rechazada.
Esto me deprimió bastante por un tiempo. Luego recordé que un Óptico en una buena sucursal gana mejor que un gerente de una óptica media. Por eso decidí esforzarme para ascender en rango mostrando que ser encargado NO es la única meta valida para progresar en este ramo.
En Marzo llego esa oportunidad al estar en una sucursal de
Clase A (
ser Especialistas Ópticos de gente rica), hablando mi superior que de los tres Especialistas solamente dos tendrían la oportunidad de irse a aquel lugar. Me dijo que tenia un mes para mejorar mis números o el cambio seria a otra sucursal de
Clase C.
Nuevamente mi autoestima estaba a prueba. Tendría que averiguar que es lo que hacia mal para superar este problema que se me estaba presentando.
Para eso tenia que auto-analizarme.
Buscando esas pistas que posiblemente hiciera que mi labor fuera superado por un Auxiliar.
Una de las que encontré fue mi desesperación por vender. Efectivamente esa misma desesperación que se muestra cuando deseas pareja y la quieres conseguir a toda costa termina espantando a las personas.
Esa misma reacción existe en el campo de ventas. A un punto en el que acosaba al paciente. Lo bombardeaba de información en la mayoría con bastante tecnicismo, términos médicos, ofrecer varias formas de pago, saber el porque quería pensar en la compra.., todo con tal de que se fuera con el producto. Pero al final salia abrumado.
Otro punto que jugo en mi contra fue mi lenguaje corporal. Sin querer al ver que el cliente no decidía que armazón era el adecuado comenzaba a sacudir mi pierna. Es una reacción que hago involuntariamente cuando tengo una emoción fuerte. Este movimiento se puede interpretar como inquietud dando a entender al paciente que lo estoy apurando en su compra.
Por eso a pesar de mis conocimientos en el campo arruinaba mis números con estos pequeños pero a la vez importantes detalles. No había de otra que corregirlos.
Empezando por decir solamente lo necesario del producto adquirido, sobre la corrección que necesitaba el cliente. Desde lentes para la lectura hasta unos para la protección de la radiación de aparatos electrónicos entre ellos el monitor. Controlar mi pierna y estar atenta en mi postura. Darle espacio al paciente para que se desplace a placer en la óptica sin estar como sombra explicando cada lente que deseara ver.
Estos cambios funcionaron para bien. Mis números mejoraron. Una ayuda que se me ofreció fue mandarme temporalmente en una óptica con mayor flujo de clientes. A un punto en el que no tienes tiempo de salir a comer. Estuve en ese lugar por una semana.
Al parecer ya tenia asegurada mi ascenso a este maravillosa óptica de Clase A. Pero...porque en esta historia hay un pero, no lo logre.
Mi Gerente es una persona muy sensible, no le gusta que lo ignoren. Me recomendó para cubrir el espacio de un compañero que sufrió un accidente camino al trabajo. Me estaba llamando el día de mi descanso. Mi celular era un modelo viejo del 2010 por eso a veces cuando lo tengo en modo de vibrar en realidad no vibraba, y los whatsapp me llegaban dos horas tarde.
Resultado: un mensaje por facebook de que si no me presentaba a trabajar antes de las doce estaría en problemas. El mensaje lo vi a las diez de la noche.
Por eso al día siguiente se me había informado que a pesar de mis mejoras no estaba seleccionada para recomendarme ir a la sucursal de Clase A. Cuando mis compañeros y supervisor se mudaron fui eliminada del what del grupo, del face, y de toda red social. Al parecer esto iba más allá que dejarme excluida. Era ser eliminada por completo.
Esto al principio me dejo devastada. Uno se diría que tanto esfuerzo no valió la pena, que la vida es injusta, que los langaros son los que progresan. Pero luego de analizar como mejore mis números me di cuenta que esto era lo que buscaba desde un principio.
No ser trasladada a una óptica de Clase C y mejorar mis ventas. Si se piensa cuidadosamente esto si lo logre. Mi ascenso lo perdí por capricho, no por errores míos.
Cambie mi actitud dejando de culpar a los clientes por las ventas, aceptando que el cambio estaba en mí. Podría decirse que fue una evolución en mi personalidad.
Nuevamente estoy en un comienzo de mi carrera. Demostrar que puedo ascender por medio de mis capacidades. Si no se puede hacer de una forma, hay otras para lograrlo.
El chiste es no rendirse. La vida pone diariamente a prueba la autoestima.