En 1967, Los Beatles lanzaron una canción que hasta el día de hoy se mantiene como un himno de la amistad: “I get by with a little help from my friends”
Todos sabemos que estos lazos hacen más que sólo ayudarnos cuando lo necesitamos. Los amigos son nuestros eternos compañeros. Son los que vienen a tu departamento sólo para matar una araña; son la única constante entre las relaciones de pareja y los cambios de trabajo.
Aristóteles alguna vez dijo “
la amistad es un alma que habita en dos cuerpos”, pero ¿qué es lo que diferencia a una verdadera amistad de los lazos pasajeros?
Creo que hay ciertos hábitos que distinguen a los verdaderos amigos, y que los hacen parecer un miembro de la familia. Son esos hábitos, más la facultad de muchas veces tener que decir la verdad aunque duela, lo que crea el indescriptible lazo de una amistad verdadera.
Nos motivan a aceptar más cosas de nosotros mismos.
Nos dicen cuando no estamos en lo correcto.
Puedes contar con ellos
Nos escuchan de verdad
Nos acompañan en los momento difíciles
Nos mantienen tranquilos
Nos ayudan a mantener los pies en la tierra
Nos dan su apoyo, incluso en las situaciones más complicadas.
Hacen de la amistad una prioridad
Son capaces de perdonar.
Nos hacen querer ser mejores personas