¡Hola!
Tengo 14 años, el próximo abril cumplo 15, y no entiendo mucho sobre temas amorosos, así que necesito vuestro consejo. Lo que me ocurre no es un caso corriente, a lo mejor es la primera vez que ocurre, pero confío en que me podáis echar una mano. Y ya pido por adelantado que me perdonéis por si me expando mucho explicando, pero es que veo necesario contar algunos detalles. Muchas gracias por vuestra paciencia
.
El chico en cuestión va a mi escuela, y es un año mayor que yo, por lo que va a un curso más avanzado. Jamás he hablado con él, ninguna vez hemos cruzado palabras, ni siquiera nos conocemos. Empecé a fijarme en él porque notaba muchas miradas suyas en el recreo, que comenzaron más o menos el año pasado. Lo notaba entre sus amigos, todos de un curso mayor, y de vez en cuando notaba que me miraba
. Aunque no estaba segura de que fuera algo real, o sea que no le daba muchas vueltas.
El chico es guapo y, aunque no le conozca de nada, parece simpático, y este año, en el que supongo que tengo las hormonas algo más "revueltillas", me descubro a mí misma mirándole a él también con disimulo. Él también sigue mirándome, quizás con no tanta frecuencia como antes, pero se fija en mí como yo me fijo en él. Aún así, todavía no nos hemos dirigido la palabra, como es natural.
Un día, una amiga mía que se fue a vivir en Alemania me preguntó por WhatsApp si me gustaba alguien. Yo no supe qué decirle, pero como ella se había acabado de sincerar conmigo revelándome un amor platónico que había conocido en su nueva ciudad, al final opté por contarle lo de ese chico. Ella me pidió si estaba enamorada, pero yo le dije que creía que no. Me pidió que le mandara una foto de este chico, pero evidentemente no tenía, así que lo busqué en Facebook (sólo sabía su nombre), me enteré de sus apellidos y le envié una de las imágenes a mi buena amiga, que me aseguró que era guapo.
Y a partir de ese momento, empecé a curiosear por su perfil de Facebook. Un par de meses más tarde, me daba cuenta que, en momentos dados pensaba en él. Me preguntaba también por qué él me miraba tanto en los patios, debido a que no destaco precisamente por mi físico y soy un año menor que él. Un día, otra muy amiga mía (¡ésta sí es de mi ciudad!) me dijo también quién le gustaba a ella y decidí confesarle también lo que me pasaba con este chico. Le revelé mis dudas, y qué pensaba ella. Quedamos en que, el día siguiente, en la hora del recreo, observaría al chico y me diría si era verdad que me miraba o todo eran imaginaciones mías.
Cuando se terminó el patio, recuerdo todavía sus palabras: <<¡Tienes razón! Te mira... Ha habido un momento en el que me he girado hacia él y he visto que te miraba. Luego ha desviado la mirada sonriendo>>. Eso me dejó aún más confusa de lo que estaba.
Han habido muchos detalles y muchas miradas que me han hecho dar cuenta de que no me lo invento yo, y que no voy a contar para no alargar esto demasiado. Y el problema que cito en el título de este hilo lo voy a explicar ahora.
Desde noviembre pasado que creo que estoy enamorada de él. Sé que parece algo raro, e incluso imposible, enamorarse de un tío que no conoces de nada, sólo de vista, y que no conoces ni su personalidad, sus gustos... (Bueno, por Facebook y otras cuenta suyas me he enterado de algunas cosillas de él, pero no son suficientes). A lo mejor algunos pensaréis que lo mío es sólo obsesión, atracción física, pero es que hay días en los que no puedo dejar de pensar en él, sonriendo sin motivo. Además, encontré un artículo muy interesante, que me gustaría que leyerais:
http://blog.mobifriends.com/2012/05/...accion-fisica/
Respondiendo a los puntos de el post de este link, debo decir:
1. Como he dicho antes, no conozco su carácter, aunque desde fuera me gusta como es.
2. Me sorprendo muchas veces pensando en un futuro con él, sí. Me imagino siendo novios, acompañándole en los lugares donde participa en torneos del deporte que hace y animándole, viviendo los dos juntos en una casa, besándonos, siendo felices... Soy feliz cuando lo imagino.
3. También pienso en él muchas veces: en casa, en las clases, en los recreos... Los fines de semana tengo ganas de que llegue el lunes para volver a verle en los patios, y en los que no puede estar por algún motivo escolar me entristezco un poco y ya no me divierto tanto como cuando está él. Conseguí, por medio de la segunda amiga que he dicho antes, su número de WhatsApp, y a veces suelo mirar su perfil y comprobar cuando se ha conectado (no a lo controlador, sólo por saber si se conecta y está bien). Aunque, como es natural, no le envío mensajes.
4. A veces niego mis sentimientos, al principio no paraba de decirme a mí misma que no fuera estúpida y que lo que sentía por ese chico no era más que una atracción, que sólo me gustaba su físico y punto. También pienso a veces, sobretodo en los días malos, que jamás podré tener una oportunidad con él debido a mi poca belleza.
6. Cuando lo veo a él... Me pongo muy feliz, hago cualquier cosa para llamar su atención incluyendo bromas y locuras (¡algunas veces con éxito, y después me regaño a mí misma diciéndome que he hecho el ridículo!
), noto como si mi estómago no estuviera en su sitio en aquel momento, me recorren unos escalofríos por los brazos... Por ejemplo, el pasado jueves, yendo con algunos de mi clase en otra aula para las optativas, me crucé con él, que iba con algunos de su clase, y cuando lo vi mi corazón pegó un brinco y enseguida me preocupé por si tenía un buen aspecto en aquel momento (dentro de lo que cabe en mí). Debo decir que cuando ambas clases se cruzaron, noté una mirada fugaz suya encima de mí, y yo también le miré a los ojos por apenas unos segundos, y que cuando entré en la clase a la que nos dirigíamos noté un pequeño calor en la entrepierna
.
7. Si resto los días tristes que tengo en los que sólo pienso en negativo y me convenzo a mí misma de que no tengo ninguna oportunidad con él, hay veces en las que me digo a mí misma que estoy enamorada, y me dan ganas de salir a la calle a gritarlo, y a encontrarle a él y a decírselo. Pero no lo hago, claro.
Jamás tengo el valor de hablar con él, porque es un año mayor que yo y, aunque a lo mejor parezca una diferencia de edad muy corta, en un colegio intimida. Además, siempre está rodeado de sus amigos del curso, ¿y qué pensáis que harían si, de repente, una chiquilla de un curso menos se acercara a ellos y empezara a hablar tan tranquilamente con uno de ellos?
Debo añadir que muchas mañanas sólo me preocupo de vestirme y peinarme bien por él, y que a veces me invade la tristeza porque sé que este curso es el último de él en este colegio, y que después de su graduación en fin de curso le perderé la pista.
Pero aún así, estoy muy confusa respecto a mis sentimientos, supongo que es por culpa de la edad tan tonta en la que estoy. Después de agradeceros otra vez que hayáis leído mi escrito entero y con paciencia, me gustaría que resolvierais mis dudas con toda la franqueza posible.
¿Estoy realmente enamorada de él o es sólo una atracción muy fuerte? Si es que sí, ¿qué creéis que puedo hacer al respecto? ¿Olvidarlo o no?
¿Os parece que él está enamorado de mí? Si pensáis que sí, ¿qué motivos creéis que lo han empujado a estarlo si no me conoce de nada? Os aseguro que no destaco precisamente, no soy ni muy guapa ni muy, muy fea, pero no destaco.
¡Muchas gracias por leerme y ayudarme! Vuestra ayuda es algo muy importante para mí, ni siquiera mis amigas son capaces de proporcionarme las respuestas que necesito. De verdad, mil gracias