Efectivamente, sólo conocemos una versión. Y una versión idílica que a la luz de los hechos no coincide con lo que ha sucedido en realidad.
Por lo de pronto cuando uno cree tener un matrimonio idílico y el otro de pronto rompe la relación, lo que se evidencia es una pareja totalmente desconectada en la que la comunicación, la confianza y la amistad que comentais algunos brilla por su ausencia. Es decir, que no hay chispa, ni pasión...pero tampoco complicidad o intimidad.
¿Por qué? No lo sabemos. Falta mucha información aquí.
Puede que esta mujer sea inmadura, puede que sea una mujer harta y agotada, puede que tenga un trastorno...puede, puede...ni idea...
Yo apunto un detalle más. Dos personas se conocen, ambos salen de nefastas relaciones en las que presuponemos que hubo dolor y sufrimiento y de repente encuentran tranquilidad y seguridad en alguien que no les apasiona, pero no les pone en peligro de nuevo. Creen, como mucho de los aquí presentes que la chispa no es importante, que la pasión se va con el tiempo, que pueden conformarse con no sufrir y llevarse bien...
Con los alos la tranquilidad y seguridad deja de ser suficiente y uno se da cuenta de que una pareja no sólo necesita razón, sino también corazón. Y paradojicamente esa seguridad se convierte en una trampa. Y uno se da cuenta de que necesita sentir y que ni un extremo (la pasión toxica) ni el otro (la seguridad adormecedora) son lo que necesita en su vida.
Se me ocurre esa teoría más para añadir a la saca. Pero no es más que una cábala,sin saber lo que ella tendria qie decir al respecto.
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