Atardece en mi corazón.
El sol ha brillado para mi, dándome su calor y su luz.
Uno a uno, sus rayos se van apagando, las sombras van ganando terreno,
y uno a uno los rincones de mi cuerpo van oscureciéndose de nuevo.
Siento el frío en mi interior, y a veces duele recordar que este sol no volverá
a brillar; pero la noche pasará, y mañana un nuevo sol volverá a iluminar mi corazón.