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Mi boca a escasos milímetros de la tuya, anhela morderte el labio, mientras guarda la distancia que separa el placer del deseo.
Tus ojos se mueven al compás de los míos, y van recorriendo mil veces el estrecho camino que separa mis labios, de mis pupilas… las que se dilatan adivinando tus intenciones.
No sé desde hace cuanto te estoy acariciando, pero mi mano en tu mejilla experimenta el placer del tacto de tu piel.
No puedo aguantar mas la presión y termino con tus labios entre mis dientes. Los saboreo y su dulzura va extendiéndose por mi paladar, hasta que llega a la base de mi nuca… la que siente como tu mano me acaricia con firmeza, como si temieras que pudiera desaparecer en cualquier momento.
El camino que inició en tu boca, va mostrándome el sendero de tu mentón… de tu cuello… donde clavaría mis dientes si con ello pudiera sentir algo mas intenso de lo que ahora me tiene absorto.
Mi lengua va tatuando tu cuello, un dibujo invisible, trazando una linea sinuosa hasta tus pechos… no soñé que fueran así hasta que los probé.
El corazón va latiendo con fuerza y la sangre empieza a abrirse paso a través de las venas de mi frente… noto su calor, y como el ritmo va convirtiéndome en el lobo que aúlla a la luna de tu cuerpo.
Mi lengua sigue trazando dibujos imposibles y noto como te convulsionas… como si fueras una marioneta en manos de un demente. Me estoy acercando y tus manos siguen el movimiento de mi cabeza, mientras me aprietan con fuerza, en un punto de inflexión doloroso en el que deseas que siga y que pare al mismo tiempo.
Estoy a punto de perderme en tu laberinto, y cuando mi lengua apenas te roza, nuestras almas se funden y desaparecen en un arcoiris de placer…
Javitxu. Julio/2012
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Modo Híbrido
