Aquí club del optimismo en el amor...

Sunday

Muy respetable tu decisión, pero yo me quedo con el optimismo, ya que el
budismo no es mi religión. A mí lo que me ha ido muy bien son las clases de
yoga.

Sunday

MENSAJE EN LA BOTELLA.

Yumiko

El budismo es el control del alma y muchos más misterios de la vida. Creer que el optimismo no es parte de una vida, es estar cerrada a las puertas de lo que es el verdadero Budismo... y creer que el optimismo esta solo en el amor de pareja ya también esta fuera de lo que es el budismo.

AZUL-AZUL

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Sunday

SALIENDO DE LA ZONA CÓMODA.

Los seres humanos podemos vivir entre tres zonas de actuación:

a. La zona cómoda o de confort. Es en la que nos encontramos la mayoría
de las veces. Es la zona de los hábitos, en la cual hacemos nuestras
actividades normalmente. Conocemos el entorno, las tareas, las personas
y no nos supone demasiada dificultad vivir en ella. Estamos cómodos.


Imaginemos una persona a la que le gusta pasear por la montaña. Su
zona cómoda consistirá en salir de excursión con sus amigos por una ruta
conocida que no ofrezca dificultad técnica, en un día con buen tiempo.


b. La zona de reto. Entramos en nuestra zona de reto cuando cambiamos
o rompemos hábitos y hacemos cosas que normalmente no solemos hacer,
o en entornos que nos plantean alguna dificultad. Supone dejar lo conocido,
aceptar nuevas actividades, nuevas tareas nunca realizadas y en lugares
que nos pueden resultar incluso hostiles.

Nos tenemos que esforzar por aprender y gestionar lo desconocido, pues
supone dificultad e incertidumbre. No nos sentimos tan a gusto.

El alegre montañero decide subir un monte que nunca antes había subido.
No conoce el terreno y la caminata, bastante más larga, le exige preparación.
Además el tiempo es incierto.

c. La zona de fracaso. En ocasiones los retos son tan inalcanzables, o la
forma de afrontarlos es tan carente de preparación, que entramos en la
denominada zona de fracaso. No conseguimos vencer las excesivas
dificultades, fracasamos y tenemos frustración. La zona de fracaso supone
entornos totalmente adversos, en los que no podemos desarrollarnos.

Nuestro montañero decide irse al Everest, una montaña para la que no está
preparado y que no consigue ascender. El reto es demasiado peligroso y
fallece en el intento.

A simple vista y después de conocer las tres zonas, cualquiera de nosotros
preferiría quedarse en la zona de confort. Aparentemente es la que nos da
más seguridad y, por lo tanto, nos garantizaría el éxito. Esto es lo que cree
la mayoría de la gente que tiene aversión al cambio. Pero esto es un error.
Cuando nos acostumbramos a no salir de la zona de confort, ésta se hace
cada vez más pequeña.

Si volvemos al ejemplo del montañero, es fácil entender que cuantas más
montañas subamos, más grande hacemos la zona de confort, y al final
podemos lograr, como han logrado montañeros experimentados, que el
Everest sea un reto y no un fracaso.

Yumiko

Yumiko

AZUL-AZUL

Sunday

Un amigo triste o deprimido necesita que le comprendan
y le hagan reír. La sonrisa es lo más valioso que tenemos.

Una sonrisa no empobrece a quien la da y enriquece a quien
la recibe!!

Sunday

UNA MIRADA QUE DICE MÁS QUE MIL PALABRAS...




¿Qué pasaría si te reencontraras con un viejo amor o porque no, el amor de tu vida, 23 años después?

En los años setenta, la artista serbia Marina Abramovic mantuvo una intensa relación de amor con su pareja, el alemán Ulay.

Pasaron varios años juntos, realizando toda clase de performances por el mundo. En 1988, cuando su relación ya no daba para más, llevaron a cabo su última acción, titulada Los Amantes. Cada uno camino 2.500 kilómetros desde lados opuestos de la Gran Muralla China hasta encontrarse en el medio, abrazarse y no volver a verse nunca más.

23 años después, cuando Marina Abramovic ya era una artista consagrada, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) le dedicó una retrospectiva a su obra denominada The Artist is Present (La Artista está Presente). Dentro de la misma, Marina compartía un minuto en silencio con cada extraño que se sentaba frente a ella.

Ulay llegó sin que ella lo supiera, y esto fue lo que pasó.

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Yumiko

Una nueva toma...te da un nuevo enfoque

Yumiko

Sunday

Preciosas y ROMÁNTICAS Imágenes, Walking!!

El amor no entiende de edades

BESOS DE PELÍCULA!!

Sunday

Es nuestra decisión, construir un muro o un molino de viento.

Para nosotros, los optimistas, no hay IMPOSIBLES.

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Sunday

Y así es posible pensar en un PARA SIEMPRE.

Sunday

Y tú, qué eres?

Yumiko

Por eso la oración ayuda fuertemente a sanar... solo hay que doblegarse un poquito ante el destino y ser humildes, aceptar el posible sufrimiento y pedir con fervor poder aprender y trascender ese "mal trago".

Sunday

LOS MONÓLOGOS INTERIORES


Para ti, Angels!

El pesimismo actúa por medio de monólogos interiores, la mayoría de las veces
automáticos. Lo peor de esto es que nadie nos está diciendo estás palabras
desde fuera, sino que somos nosotros mismos los que optamos por tener este
tipo de conversaciones que configuran actitudes pesimistas que son claramente
destructivas.

Una buena técnica para darnos cuenta de cómo son nuestros diálogos interiores
consiste en escribir los pensamientos que hemos tenido ante un hecho. Transcribir
cómo ha sido nuestra conversación interior nos ayudará a darnos cuenta de
cómo nos tratamos. El siguiente paso sería tratar de escribir cómo habría
sido este diálogo si hubiésemos optado por el pensamiento positivo. Con esta
pequeña técnica aprenderemos, en primer lugar, a identificar cuales son los
monólogos internos que nos hacen daño y en segundo lugar, a transformarlos
en pensamientos constructivos.

A menudo se generará en nuestra cabeza la lucha entre el demonio (diálogo
pesimista) y el ángel (diálogo optimista), pero si somos perseverantes, el
optimismo acabará ganando y convirtiéndose en hábito, desterrando de forma
automática los pensamientos negativos.

En el fondo se trata de repetirnos a nosotros mismos lo que le repetiríamos a
una amigo o a una persona que queremos, de la misma manera que trataríamos
de convencerle de lo positivo de una situación y no trataríamos de hundirle,
tenemos que hacerlo con nosotros mismos. Si hemos visto que, a veces,
podemos ser nuestro peor enemigo, por qué no probar a ser nuestro mejor
amigo.