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Buenas a todos, necesito consejo y desahogo. ¿Podéis echarme un cable?
Sigo conociendo a Pedro, el chico que vive a 100km de mí, y que al principio no me hacía caso por escrito, pero en persona sí. Me empecé a colar por él, pero él por mí no. Se distanció, lo pasé mal, porque hacía mucho tiempo que no me ilusionaba con alguien, pero al final no me quedó más remedio que recular, y cuando me distancié definitivamente y empecé a quedar con otras personas (y a acostarme con ellas), entonces apareció reconociéndome cuánto se había equivocado conmigo, y que realmente tenía interés en mí. Que quería demostrarme cuánto le importo. Yo al principio no le creí y pensé en enviarle a freír espárragos. Pero pensé que, como en persona había sido tan agradable y habíamos congeniado tan bien, pues pensé que era buena idea.
Le revelé que me había acostado con otros, y yo creo que eso hizo que aquel día se lo tomase todo como un reto. Así que fue todo un caballero y me conquistó, con miradas, abrazos, besos, caricias, cubriendo tooodos los gastos, y haciendo el amor con mucha ternura. A partir de aquel día, me habló por escrito cada día, y era cariñoso y se notaba que tenía muchas ganas de darlo todo por mí. Bien!
Han pasado dos semanas de aquello. ¿Qué ocurre ahora? Que por escrito habla menos, en persona es menos cariñoso, menos detallista... nos vemos una vez cada dos semanas, quizás eso también haga. Pero digamos que con todo lo que ha ido pasando entre nosotros, yo esta vez me he pillado bastante por él, incluso me he asustado cuando me he descubierto queriéndole un poquito... sí, asustado es la palabra. Siento miedo. Miedo de ir deprisa y de que él esté frío, miedo de decirle que me encanta, o de decirle que le quiero, en mayor o menor medida, y acabar así estropeándolo todo. Yo creo que el miedo viene porque Pedro me dijo que él quiere relaciones que duren más de un año, porque en su "historial de relaciones" no soportaría tener una relación fallida. Y no sé si me está poniendo como a prueba todo el tiempo... pero es que ya estoy sintiendo que está como jugando conmigo, sin realmente jugar, porque él también tiene sus miedos... pero imponiéndome sus normas. Y no. Si jugamos, yo juego con las mías.
Así que he aplicado contacto 0 por amor. Así yo puedo enfriarme sentimentalmente, para ponerme al nivel de él, y poder seguir conociéndonos sin que acabe yo superenamorado, y él de mí no. ¿Qué me decís?
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