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Antiguo 17-Dec-2011  
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hace un rato , he publicado un tema (odio la mentira) y una persona me hablo de la dependencia psicológica.. pues me puse a investigar y encontré este articulo muy interesante, espero que ayude a quien le esta pasando lo mismo que a mi .

Una paciente hacía la siguiente descripción de su 'relación amorosa':

Llevo doce años de novia, pero estoy comenzando a cansarme... El problema no es el tiempo, sino el trato que recibo... No, él no me pega pero me trata muy mal...

(Las líneas anteriores, y las subsiguientes, son parte de la experiencia de uno de los más prestigiados psicoterapeutas

Los expertos afirman que la mitad de la consulta psicológica se debe a problemas ocasionados o relacionados con dependencia patológica interpersonal. En muchos casos, pese a lo nocivo de la relación, las personas son incapaces de ponerle fin. En otros, la dificultad reside en una incompetencia total para resolver el abandono o la pérdida afectiva. Es decir: o no se resignan a la ruptura o permanecen, inexplicable y obstinadamente, en una relación que no tiene ni pies ni cabeza .




Me dice que soy fea, que le produzco asco, sobre todo mis dientes, que mi aliento le huele a... (llanto)... Lo siento, me da pena decirlo... que mi aliento le huele a podrido... Cuando estamos en algún lugar público, me hace caminar adelante para que no lo vean conmigo, porque le da vergüenza...

Cuando le llevo un detalle, si no le gusta me grita 'tonta' o 'retardada', lo rompe o lo tira a la basura muerto de furia... Yo siempre soy la que paga. El otro día le llevé un pedazo de torta y como le pareció pequeño, lo tiró al piso y lo aplastó con el pie... Yo me puse a llorar... Me insultó y me dijo que me fuera de su casa, que si no era capaz de comprar una mísera torta, no era capaz de nada...

Pero lo peor es cuando estamos en la cama... A él le fastidia que lo acaricie o lo abrace... Ni qué hablar de los besos... Después de satisfacerse sexualmente, se levanta de inmediato y se va a bañar... (llanto)... Me dice que no vaya a ser que lo contagie de alguna enfermedad... Que lo peor que le puede pasar es llevarse pegado algún pedazo de mí... Me prohíbe salir y tener amigas, pero él tiene muchas...

Los amores dependientes

¿Qué puede llevar a una persona a resistir este tipo de agravios y someterse de esta manera? Cuando le pregunté por qué no lo dejaba, me contestó entre apenada y esperanzada: "Es que lo amo... Pero sé que usted me va a ayudar a desenamorarme... ¿no es cierto?...". Ella buscaba el camino facilista: el alivio, pero no la cura.

Las reestructuras afectivas y las revoluciones interiores, cuando son reales, son dolorosas. No hay ninguna pócima para acabar con el apego. [...] Le dije que su caso necesitaba un enfoque similar a los utilizados en problemas de farmacodependencia, donde el adicto debe dejar la droga pese a la apetencia: Lo que la terapia intenta promover en las personas adictas es básicamente autocontrol, para que aun necesitando la droga sean capaces de pelear contra la urgencia y las ganas. En el balance costo-beneficio, aprenden a sacrificar el placer inmediato por la gratificación a mediano o largo plazo.

Lo mismo ocurre con otro tipo de adicciones, por ejemplo la comida o el sexo. Usted no puede esperar a desenamorarse para dejarlo. Primero debe aprender a superar los miedos que se esconden detrás del apego, mejorar la autoeficacia, levantar la autoestima y el autorrespeto, desarrollar estrategias de resolución de problemas y un mayor autocontrol, y todo esto deberá hacerlo sin dejar de sentir lo que siente por él. Por eso es tan difícil.

El drogadicto debe dejar el consumo, pese a que su organismo no quiera hacerlo. Debe pelear contra el impulso porque sabe que no le conviene. Pero mientras lucha y persiste, la apetencia está ahí, quieta y punzante, flotando en su ser, dispuesta a atacar. El desamor no se puede lograr por ahora, eso llegará después. Además, cuando comience a independizarse descubrirá que lo que usted sentía por él no era amor, sino una forma de adicción psicológica. No hay otro camino; deberá liberarse de él sintiendo que lo quiere, pero que no le conviene. Una buena relación necesita mucho más que afecto en estado puro.

El "sentimiento de amor" es la variable más importante de la educación interpersonal amorosa, pero no es la única. Una buena relación de pareja también debe fundamentarse en el respeto, la comunicación sincera, el deseo, los gustos, la religión, la ideología, el humor, la sensibilidad, y cien adminículos más de supervivencia afectiva.

Mi paciente era una adicta a la relación, o, si se quiere, una adicta afectiva. Mostraba la misma sintomatología de un trastorno por consumo de sustancias donde, en este caso, la dependencia no estaba relacionada con la droga sino con la seguridad de tener a alguien, así fuera una compañía espantosa.

El diagnóstico de adicción se fundamentaba en los siguientes puntos:

a) Pese al maltrato, la dependencia había aumentado con los meses y los años.

b) La ausencia de su novio, o no poder tener contacto con él, producía un completo síndrome de abstinencia que, para colmo, no era solucionable con ninguna otra 'droga'.

c) Existía en ella un deseo persistente de dejarlo, pero sus intentos era infructuosos y poco contundentes.

d) Invertía una gran cantidad de tiempo y esfuerzo para poder estar con él, a cualquier precio y por encima de todo; había una clara reducción y alteración de su normal desarrollo social, laboral y recreativo, debido a la relación; y

e) seguía alimentando el vínculo, a pesar de tener conciencia de las graves repercusiones psicológicas para su salud. Un caso de 'amorodependencia', sin demasiado amor.
 
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Amores... Mal de amores...... que lio de amores Dos amores OlA aMorES!


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