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Guest
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Hola a todos! esta es la carta que le mandé a mi amor no correspondido, pido que me deis vuestra opinión, aún no la ha recibido ¿Volverá a mí?
De mis ojos inundados en lágrimas, de mi corazón que sólo late por ti, de mis manos que extrañan tu piel… de la pasión que nunca antes había conocido y que tanto reprimí, del cariño exagerado, del amor verdadero que hasta ahora no había sentido… De todo esto nacen las que pueden ser las últimas palabras que te dirijo, para que nunca me olvides, para que sepas que hay alguien que daría su vida por ti. Que el conocimiento de esto te haga fuerte en los momentos de tristeza, porque hiciste sentir a alguien lo máximo que se puede llegar a sentir… alguien que te dedicó sus canciones en secreto, que escribió sus mejores versos para ti y los guardó para si por miedo, alguien que te abrió de par en par las puertas de su alma sin esperar nada más que el estar a tu lado.
Mis palabras reprimidas al hacer el amor brotaban a veces en forma de lágrimas de alegría y dolor, que intentaba disimular sin éxito casi siempre. Decirte cuanto te quiero al caer nuestros cuerpos agotados tras haberte dado mi ser y tú tu deseo, era el orgasmo que mi corazón sentía y que nunca pude pronunciar por no interrumpir tu placer con mis emociones no correspondidas. Vacío. Vacío tu corazón estaba y yo pretendía llenarlo con los sentimientos que me sobraban. Dolor. Dolor por ser consciente de que al regalarte mi energía ésta era desperdiciada y mi alma rota vagaba desorientada buscando nuevamente su sito. Ilusión. Ilusión que crecía con cada gesto, con cada mirada, con cada caricia o beso que me prestabas, pero las ilusiones son fantasías y como tales irreales, por lo que volvían a su forma original: la esperanza. ¡Ay! La esperanza…
Te pedí que me dijeras que luchara o parara, y tu respuesta no se hizo esperar: “para” me dijiste con otras palabras. Y yo no puede creer que te importara tan poco todo lo que estaba dispuesta a ofrecerte, que rechazaras algo que te daba sin reservas. Tan insignificante he sido en tu vida sentimental, que nunca me has dado una oportunidad verdadera. He sido un objeto en tus manos, una marioneta rechazada por el titiritero cuyos hilos desorientados me hacían mover en el sentido equivocado.
No siempre he comprendido tu comportamiento, a veces sentía que tu cariño alcanzaba otro nivel, a veces incluso he sentido que me transmitías algo más que afecto… pero tus palabras no se correspondían con esto. Siendo optimista, podría pensar que en algún momento has sentido cosas por mí que te has guardado por no estar seguro de si se iban a mantener en el tiempo, que has cerrado tu corazón porque yo había alcanzado un punto demasiado alto y te daba miedo intentar igualarlo y no lograr nada. Tal vez, sólo tal vez, puede que hayas pensado que mis sentimientos eran precipitados, caprichosos e inestables y que si tú me abrías tu corazón yo iba perder interés, eso le asusta a cualquiera. Sea como fuere, me he quedado con las ilusiones rotas, pero con demasiado amor por darte.
Te voy a extrañar tanto... muchos de los mejores momentos de mi vida los he pasado a tu lado, no porque hiciéramos cosas especiales… he disfrutado de tu compañía con los sucesos más simples como el ver una película abrazados, cenar por ahí o cuando hablábamos antes de dormir en tu casa, que parecía que nunca nos íbamos a callar ¡Me encanta hablar contigo! Voy a echar de menos tu voz, tu risa, tus tonterías, tu manera de enfadarte cuando te llevo la contraria, tu siempre activa y retorcida imaginación, escucharte hablar de las cosas que te pasan o de los proyectos que tienes, el gran cariño que transmites por tus animalitos, las pocas ocasiones en las que has empezado tú besarme, acariciarme o abrazarme, cantar contigo, cantar para ti canciones románticas a propósito y dedicártelas en silencio ( “I have nothing” siempre fue tuya, la aprendí para ti)… todo, lo voy a extrañar todo, porque no soy capaz de verte y saber que no puedo tenerte. No creas que mi amistad no es sincera, pero son mucho más fuertes mis otras emociones y me mata el pensar que estaré siempre en un segundo plano, el que puedas darle a otra lo que no has podido darme a mí, cuando creo que soy yo quien lo merece… Quiero que seas feliz más que nada en el mundo y me alegraré por ti si encuentras el amor, pero no podré estar a tu lado entonces, se me quitan las ganas de vivir sólo de pensarlo, sólo de pensar que estaré a la sombra el resto de mi vida.
Ya te lo he dicho alguna que otra vez, pero quiero que lo tengas por escrito. Nunca he creído en casi nada, lo que para otros son certezas para mí son sólo hipótesis. No obstante, ahora entiendo a la gente que tiene fe. El amor es un acto de fe, algo que no puedes ver, que no puedes tocar, pero puedes sentirlo y creer en ello. Creo en este sentimiento más que en cualquier otra cosa en el mundo. No me has dado motivos para enamorarme, he sembrado y no he recogido, he perdido completamente mi orgullo, mi tiempo, mi paciencia… pero te amo y no por lo que he recibido de ti, sino por lo que he visto en ti.
Mis manos tiemblan ahora al escribir, y a penas veo la pantalla por las lágrimas. Sé que me queda mucho por sufrir, pero ya no sufriré más por la incertidumbre, me lo has dejado claro.
Si algún día te arrepientes de la decisión que has tomado búscame… eres el amor de mi vida y quiera o no, mi corazón esperará por el tuyo una eternidad si es preciso, es mi fe.
Hasta siempre.
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