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A ver, esta no es una consulta amorosa (por eso va en el subforo de amistad), pero creo que podré encontrar sabios consejos en este foro (y seguro que me río bastante con algunas de las respuestas).
Tengo un amigo que es MUY PESADO. Mucho, mucho. Me llama mínimo una vez al día para contarme tonterías. Y yo no espero de mis amigos que me llamen para contarme cosas trascendentes siempre. Pero si me vas a contar tonterías, llámame una vez a la semana, no a diario.
Se quiere dedicar al cine, como yo, y cada día me llama con una idea nueva pa un guión, porque está empeñado en que escribamos juntos. Yo le digo que se deje de tener 200 ideas nuevas y que HAGA alguna. Que se deje de pájaros en la cabeza y concrete algún proyecto. Él quiere ser director, guionista, actor y lo que se le ponga por delante. Pero lo cierto es que no es nada, porque todo es boquilla. Y una cosa que me toca mucho la moral es que cuando yo estoy ocupado, con estudios o algún curro, no deja de llamarme diciéndome: venga, vamos a quedar para escribir, para hacer esto o lo otro. Atosigando a saco mientras yo estoy agobiao. Pero es yo terminar lo que esté haciendo, es decir, que existe la posibilidad real de quedar pa trabajar juntos, y desaparece. Y deja de llamar unos días.
Y a mí la verdad que se me quitan las poquitas ganas que pudiera tener de trabajar con él, porque veo que es un fantasma que se le va la fuerza por la boca.
El caso es que puede dar la imagen de un tío asocial, metido en su casa, un pobre hombre sin amigos pegado al ordenador todo el día. Pero no es así, es un tío de lo más social (aunque amigos de verdad, dudo que tenga muchos), no perdona un fin de semana, es atractivo y suele ligar bastante (otra cosa que hace cuando me llama es darme hasta el último detalle de sus aventuras sexuales, a pesar de lo mucho que yo le insisto que no me interesa en qué orificio eyaculó el sábado pasado).
Simplemente tiene una fijación conmigo que a mí me vuelve la cabeza loca. Antes de ayer me propuso que me fuese a vivir a su piso, que se le quedaban habitaciones libres, y yo me debatí entre decirle claramente: "macho, ni loco, si ya estoy saturado de ti, imagínate compartiendo techo", o ser más suave y darle alguna excusa. Al final le di la excusa, que no sabía si iba a seguir en Madrid por mucho tiempo (cosa que tampoco es mentira) y que hacer una mudanza pa dentro de 2 meses hacer otra no me compensaba. Y el colega empezó a echarme un discurso organizándome la vida, brutal.
En fin, que me enrollo más que las persianas. A mí este tío me cae bien, no es mala gente, pero me gustaría tener una amistad mucho más "esporádica" con él, llamarnos y quedar de vez en cuando, no recibir una, dos o incluso tres llamadas al día, pero es que no sé cómo quitármelo de encima. No capta las indirectas y a mí me tiene muy muy muy saturado, lo digo en serio.
¿Algún consejo?
Si me vais a decir: "ya sois mayorcitos pa hablar las cosas con tranquilidad y que le expongas tu punto de vista" ya os adelanto que lo he intentado alguna vez y el tío empieza a pegar voces y a decir paridas y no se da por enterado.
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