Algunas reflexiones y preguntas sobre el tema de las relaciones extramatrimoniales.

Julio1956

Quiero abrir el hilo haciendo un par de consideraciones enteramente personales, que expresan lo que tengo entendido al respecto y también es importante, ser corregido por foristas que la ven distinto. No me molesta en absoluto que se discrepe con lo que he venido reflexionando, porque quiero ver otras ideas además de las mías.
Lo que tengo entendido es lo siguiente. Hay una diferencia sustancial entre la mujer europea y norteamericana y la mujer rioplatense que es la siguiente: La europea y la norteamericana en el proceso que va de los 20 años a los 30 y algo, vive la vida, disfruta, conoce y por allá a los 30 y pico, decide ante sí y por sí, si quiere o no ser madre. Puede elegir no ser madre y seguir adelante con su carrera profesional. En cambio la mujer rioplatense, -y esto es así- cuando tiene 20 años, si no tiene hijos, explota, revienta, se parte en dos. La maternidad para la rioplatense no es una opción más de vida como cualquier otra, sino una identidad, un sentir, una forma de estar ubicada en el mundo ante la vida.
Eso hace que la chica a los 20 años tenga hijos. Todos sabemos que a esa edad no está en el momento psicológico más indicado, aunque biológicamente, lo esté. La mujer rioplatense, una vez que tiene hijos, se transfigura, se siente premiada por El Altísimo y empieza a vivir en función del hijo/a. Es ella y el hijo, como una unidad, como si el crío fuera una parte más de su cuerpo, un apéndice. Lo que suele hacer es infantilizar la relación con el marido. Lo empieza a tratar como si fuera un niño grande, lo vapulea, lo betaiza.
La mujer cuando es madre biológicamente sabe lo que tiene que hacer porque el instinto materno así se lo indica, pero el hombre cuando es padre, no está en las mismas condiciones. El hombre tiene que aprender a ser padre y el único modelo vigente que tiene ante sí mismo, son sus propios padres. No tiene un modelo propio por instinto paterno. Cuando ese padre ve que la mujer infantiliza la relación, lo increíble es que al ser tratado como niño grande, se empieza a comportar como tal. Ella lo considera un niño más en la casa y el comienza a actuar como un chico mayor.
El hombre queda desconcertado ante esa situación. No sabe cómo ubicarse.
A su vez, la relación sexual se resiente. Se ha dicho no sin razón que los hijos son enemigos de la sexualidad. El niño llora justo cuando van a hacer el amor. Ella se levanta, le cambia los pañales y cuando vuelve con el marido, se siente mal, se siente molesta, no quiere sexo.
Si en la primera etapa del matrimonio la relación sexual era promedialmente como dicen todos los sexólogos, de tres veces por semana, una vez que ella concibe, empieza a ser con suerte, de una vez por semana o más. Él le insiste, la cargosea, se pone malo, y ella si lo hace es por obligación para con él, no por placer. La relación se va volviendo desgastante. A él ese matrimonio se le vuelve insatisfactorio en términos absolutos. Sale a buscar una relación extramatrimonial y el tema es que el orgasmo por fuera de la pareja es el más caro de todos: ¡A qué mujer le gusta ser la segunda y vivir emociones a las escondidas! Prácticamente a ninguna, además hay que tener solvencia económica para pagarse hoteles y siempre en forma clandestina que los demás no te vean. Lo que el hombre suele hacer cuando el matrimonio le resulta insatisfactorio, es pagarse una prostituta. Estudios que se han hecho en el Uruguay al respecto indican que prácticamente en su totalidad los clientes de una meretriz son hombres casados. Muchas te lo dicen abiertamente, que ellas tienen su clientela sólida entre hombres casados y trabajan con independencia por sí mismas en un apartamento para tal fin, con una clientela estable de individuos comprometidos.
Llega un momento en donde ese hombre la deja sola con los hijos y se va de la casa. Aquí suceden muchas cosas. Unas, se van a vivir con los padres, otras terminan viviendo en asentamientos precarios. Los estudios que se han hecho al respecto demuestran fehacientemente que los asentamientos precarios, también llamados Cantegriles o Villa Miseria, están formados por mujeres solas con sus hijos. Se ha dicho no sin razón que la pobreza tiene cara de mujer y de niño. Más allá de eso hay un dato de la realidad. El 60 por ciento de los hogares en el Uruguay están formados por mujeres divorciadas o separadas, jefas de hogar, con hijos a su cargo, en una edad promedio de 45 años. Lo que está indicando el fracaso de toda una generación. Si a esto se le suma la información del Registro Civil, vemos que de cada 2 casamientos, al año 1 se divorcia, y el 60 por ciento de los que se separan, es por haber tenido relaciones extramatrimoniales, en su mayoría el resto, por riñas y disputas. Aunque esta cifra hay que relativizarla porque muchos prefieren divorciarse por riñas y disputas, aunque la causal real sea la relación extramarital, por la sencilla razón de que el trámite de divorcio es más rápido, exige menos testigos. Lo que está indicando que el tema infidelidad no es una cuestión menor, sino crítico en la crisis de la pareja de nuestros días.
Lo que la realidad indica es que cuando a una mujer que es madre el matrimonio le resulta insatisfactorio, la relación extramatrimonial es más una venganza que otra cosa y no le resuelve la insatisfacción del convivir recíproco. En cambio cuando al hombre el matrimonio empieza a no servirle, la tendencia es a que busque afuera lo que no encuentra adentro. Y aquí también hay diferencias de comportamiento. El hombre cuando es infiel, se delata por la sencilla razón de que se comporta de un modo que indica que está saliendo con otra. Empieza a usar perfume, cuando nunca lo hizo, se baña todos los días, se pone talco en los zapatos, se vuelve coqueto, se cambia los calzoncillos, llega contento a la casa, con una alegría que lo delata abiertamente. Una mujer me decía que un día el marido llegó tan contento a la casa, que le dijo, “Qué pasó, sacaste la grande de fin de año, no te das cuenta que vos te delatas solo”. En cambio la mujer cuando tiene relaciones extramatrimoniales, como siempre se viste coqueta y además lo hace con discreción, le es imposible a él detectar que le está metiendo cuernos. Eso la pone mal a ella y para humillarlo, en determinado momento le dice “Me acosté con fulano”.
Exceptuando los raros casos de infidelidad por consentimiento, las relaciones por fuera del matrimonio suelen ser el preámbulo de la ruptura, la antesala, porque es algo que al final se sabe.
La pregunta mía viene por este lado. Se habla de salvar la pareja, pero no se aclara si somos monógamos, polígamos o poliándricos por naturaleza. Hay en el planeta pueblos para cada cosa ¿Cuál es la opción más saludable? Porque la monogamia fue impuesta por razones de higiene sexual en épocas en donde no existían los controles médicos que hoy tenemos. No se conocía el sexo seguro, ni la pastilla del día después, ni los profilácticos.
Es, pregunto yo, la pareja monógama tal como la concebimos en términos tradicionales, la mejor manera de entender la relación hombre-mujer, o pueden existir otras que tengan no ya el carácter diferencial de gente rara que da esa respuesta, sino el concenso aceptable de carácter genérico que ayude a fortalecer la relación no bien comencemos a cambiar de mentalidad.
Por ejemplo, el swinger, el poliamor, el triolismo HMH, o MHM, resuelven el tema de la exclusividad sexual al quitarle el carácter que tienen las relaciones sexuales por fuera del matrimonio entendidas en ese plano, el puramente sexual, pero no resuelven propiamente dicho la infidelidad en tanto cosa que se hace por detrás del otro, por más que se empeñen en hacerlo por delante.
Las relaciones promiscuas –promiscuo en latín quiere decir pro mezclar, estar a favor de la mezcla- ¿son más naturales?
¿La moral tradicional es un chaleco de fuerza para que el hombre trabaje y rinda como un capón castrado?
¿Cuáles son las opciones saliendo de lo clásico para lo cual fuimos educados y manipulados por el cine, la novela, las canciones y las poesías?
¿Vamos camino, como dicen muchos, a vivir en una sociedad en donde los solitarios están llamados a ser mayoría?
Son interrogantes. Quisiera leer opiniones al respecto.

Jalex

¿Versión reusmida?

Julio1956

Versión reusmida o resumida. No entiendo que quisiste decir con eso.

Magister_Militum

Interesante observacion......

Angels-Of-Heart

Resumennnn!!!

Julio1956

El resumen es muy simple: La monogamia sirve o no sirve. Porque si bien hay gente que piensa que es un absoluto bíblico: “No codiciarás a la mujer del prójimo, ni siquiera en pensamiento”, estamos los que pensamos que es una formación histórica y social que jugó su rol y que hoy está en crisis.
La crisis de la monogamia empieza con la Ley de Divorcio, sigue con su relativización. Nadie defiende hoy la monogamia perenne, “Hasta que la muerte los separe”, sino “Hasta que la muerte del amor los separe”.
Todos practican lo que se llama monogamia sucesiva, que consiste en no preguntar nada del coito pre matrimonial y exigir lealtad, “hasta que la muerte de esa relación los separe”. Pero vamos a ser realistas, ¡Por favor! Pedida la virginidad, todo vale. Si yo acepto las relaciones coitales pre matrimoniales, en qué puedo indignarme, ante las mismas relaciones coitales extramatrimoniales. En que se hizo por detrás de mí y se me quiere humillar. Existen otras formas de humillación que no pasan por la sexualidad y de eso nadie pone el grito en el cielo: El destrato, la violencia doméstica, la betaización, la des jerarquización del otro. Los cuatro jinetes del Apocalipsis en la pareja: La crítica, el desprecio, la defensiva, el mutismo. Ahí nadie siente cosquillas en la boca del estómago, en cambio cuando se habla de relaciones anteriores, todos asumen que no se ve la razón para defender la castidad del hombre o la virginidad de la mujer. Eso sí, no quiere que le cuenten las relaciones anteriores, pero aceptan mutuamente que no son ni castos ni vírgenes. Sin embargo, todo se derrumba ante la relación extramatrimonial, cuando la realidad indica que no hay pareja que aguante. ¡Dónde están las parejas que festejan las bodas de plata! La mitad de los casamientos no llegan ni a las bodas de papel, los que llegan a las de madera, pueden considerarse excepcionales.
O sinceramos el debate o nos mentimos a nosotros mismos.
Mis preguntas vienen por ese lado: ¿Cuál es la mejor forma de encarar esta crisis en el relacionamiento hombre mujer que estamos viviendo? Monogamia perenne, monogamia sucesiva, poligamia, poliandría, infidelidad por consentimiento, swinger, poliamor, triolismo, sexo grupal entre casados, sexo grupal entre infieles que es al fin el único sexo grupal verdadero. ¿Cuál? ¿Cuáles son las estrategias para encarar esta situación? ¿La soledad?

Jalex

Le sirve a algunos... y a algunos no.

fj bulldozer

Para algunos la monogamia es un mito, y para otros es el objetivo a conseguir, que no es nada fácil