Cuando la miro se pone nerviosa y no puede evitar hacer alguna payasada o mueca para aliviar la tensión.
Me encanta como sonríe cuando le digo que es la niña mas bonita de toda la habitación.
Me gusta cómo se acurruca a mi lado y se queda dormida con cara de felicidad.
Sostiene que el amor no se dice, se demuestra, y en su mirada sé que es la persona que mas me ha querido jamás.