Me gustaría decir que yo siempre apoyé la repatriación de los misioneros. żPor qué? muy sencillo, por que han dedicado buena parte de su vida a hacer un bien impagable. De la misma forma que alabamos los cojones de la enfermera espańola por ofrecerse voluntaria, debemos alabar los cojones de los médicos y voluntarios que van al lugar del foco a jugarse la vida para ayudar a estas personas y con muchos menos medios. Si, es cierto, nuestro personal no estaba preparado ni acostumbrado para esto. Todos opinaban del ébola desde la comodidad de sus casas, esa vez si, pero cuando el problema estaba a miles de kilómetros de distancia. Ahora lo tenemos nosotros y quizás sea hora de hacer una buena reflexión, y ponerse en el pellejo de quien ha estado tanto tiempo luchando con esta enfermedad, pacientes y médicos, verdaderos héroes de toda esta historia. Dejemos el egoismo de una vez, por favor. Seamos racionales y dejemos la P**A política de una vez a un lado, si puede ser!!!!
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