La cuestión no hay que enfocarla en el hecho de que hubiese o no que repatriar al infectado, ya que se trataba de un ciudadano espańol y, como tal, sujeto de derechos individuales, entre ellos el referente a dicha repatriación. El problema no es ese, no. El problema es no haber sabido adoptar los protocolos mínimos de seguridad para haber evitado un nuevo contagio ya dentro del país. Eso sí que es de todo punto inaceptable que suceda en un país que se supone "moderno"
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