Al final, esta mañana nos hemos visto sorprendidos por una noticia que no esperábamos... bueno, perdón, que sí esperábamos pero que no queríamos que sucediera: el padre Pajares ha muerto. En fin, al menos se ha intentado... aunque es cierto que el caso pintaba muy mal.
Ahora, máxima limpieza y desinfección. Y a quitarnos este muerto del Ébola cuanto antes.
Está visto que el cóctel de anticuerpos llamado Zmapp no ha servido, al menos con este hombre. Ahora todos los países del mundo con grandes presupuestos en I+D y gastos sanitarios decentes (es decir, no España) deberían ponerse las pilas y buscar una solución factible a este problema del cual me temo que no se ha escrito la última línea. Más bien al contrario.