|
Guest
|
Hola... Es la primera vez que participo en un foro de estos y tal vez la respuesta que intento encontrar es evidente, pero al parecer no la he querido aceptar.
Por diferentes situaciones no viví una infancia y una juventud "normal", pues casi no iba a fiestas, ni tuve muchos amigos. Fuí extremadamente "juicioso", dedicado a mis estudios y mi trabajo. Por esta razón, mi primera novia la tuve a los 24 años. Actualmente tengo 40 años, soy profesor en un colegio y en una universidad y sigo siendo una persona muy conocida, pero muy solitaria. Durante estos 16 años he tenido varias relaciones, pero lamentablemente por ser demasiado confiado, buena gente y por haber escogido tal vez a las personas equivocadas, me han engañado y han jugado con mis sentimientos.
Cuando tenía 28 años una chica de 16 años hermana de una compañera de trabajo me conquistó y me enamoró. En el primer momento me sentí muy culpable por la diferencia de edad, pero tal vez ha sido la relación más duradera que he tenido: 3 años. Al final me dejó por otra persona. Lamentablemente (creo), me quedaron gustando las mujeres jóvenes y de ahí en adelante tuve varias novias a las cuales yo les superaba la edad de manera significativa. Obviamente, en la mayoría de los casos se iban con otra persona o simplemente me tenían por juego. Tal vez quien lea esto dirá que soy un abusivo o un aprovechado, pero les puedo asegurar que soy una persona de buenos sentimientos, que se entrega de cuerpo y alma, que jamás he pretendido lastimar a nadie y que probablemente no lo he hecho.
Empezé una relación con una chica del colegio finalizando el último año. Duramos un tiempo de novios, me engañó con mi cuñado y terminamos. Volvimos al año, yo había estado con alguien y ella también, pero otra vez terminamos. Después de otro año regresamos, nos fuimos a vivir juntos y nos casamos. Tal vez no le dediqué el tiempo suficiente y nos separamos porque se había ido con un vecino casado y con hijos. Después de mi fracaso matrimonial (afortunadamente no hubo hijos), me prometí no volver a meterme con chicas jóvenes y empecé una relación con una compañera de trabajo que tenía 37 años (excelente persona). Sin embargo, hace un año otra chica de último año del colegio me empezó a seducir y, aunque yo le dije muchísimas veces que no, ella insistió e insistió hasta que salimos y estuvimos juntos. No miento y no tengo necesidad de hacerlo, pero la verdad ella fue quien me buscó muchas veces.
Después de estar con ella quedé marcado y fue así como comenzamos a salir y a hablarnos seguido, hasta que formalizamos la relación obviamente después de terminar con la compañera de trabajo. Frecuentemente me siento incómodo ante los demás porque la diferencia de edad se nota bastante (19 y 40), aunque a ella eso no le importa. No es tan niñita porque ha tenido varios hombres desde los 12 (todos mayores) y tuvo un hijo a los 15 por el cual su padre nunca respondió. Con el niño hemos tenido una gran empatía, tan es así que desde el primer momento me ha dicho papá y, la verdad, yo lo quiero mucho porque es muy especial y no tengo hijos. Ya conozco toda la familia de ella y la relación está formalizada, a pesar de que muchas personas no la aceptan.
Hace unos cinco meses su madre se fue con su hijo lejos de la ciudad y ella quedó sola porque aquí no tiene familia. Desde ese momento se está quedando en mi casa y yo, obviamente, le ayudo y aporto en todo lo que necesita para su trabajo y su estudio. Hemos hablado de quedarnos viviendo juntos en forma definitiva con el niño y con un bebé que tengamos, formando así una familia. La verdad, en toda mi vida es con la persona que mejor me he sentido a nivel emocional, sexual, de amistad y de diálogo. Es decir, me he sentido muy feliz, tranquilo y pleno, con el fuerte deseo de construir algo muy sólido (a pesar de las diferencias) porque la amo.
Pero lamentablemente todo no puede ser color rosa. Hace unos tres meses comenzó a salir con sus compañeros de trabajo de fiesta y, aunque no me gustó la idea, la acepté porque ella es joven, alegre, amistosa y muy bonita. Siempre me decía que la fuera a recoger a altas horas de la noche e incluso de madrugada. Pero hace un mes se quedó hasta el otro día a la 1:00 p.m. Sospeché que había amanecido con otra persona porque en esos días había cambiado conmigo y fue así como até cabos llegando a la conclusión que era cierto. Al confrontarla con varios argumentos y después de ver un mensaje que recibió en su celular, lo aceptó y me dijo que había tenido una relación durante dos semanas con un compañero de estudio y había estado con él tres veces. Me juró y aseguró que ya no tenía nada con él, que fue alguien que le gustó y que fue un momento de debilidad. Que me amaba, que no iba a volver a salir a fiestas como prueba de su amor, que deseaba continuar con nuestros planes de formar una familia y que estaba muy arrepentida. En el mensaje que leí esa persona le pedía que volvieran con su relación abierta porque la extrañaba mucho.
Lloré muchas noches y decidí perdonarla e intentar arreglar las cosas, manteniendo congelados los planes futuros. Aún está en mi casa y es más especial que antes. La razón me dice que debo dejarla porque la diferencia de edad es grande, porque probablemente lo vuelva a hacer, porque difícilmente volveré a confiar en ella, porque me dijo muchas mentiras. Pero el corazón me dice que me olvide del asunto, que fue un error y que ella puede cambiar, que siento amor en su corazón, que ha sido la mejor experiencia que he vivido, que la amo.
Además, deseo formar una familia y con ella me siento muy bien, quiero mucho al niño y si se aleja de mí los dos sufriríamos, no quiero otra vez aparecer como fracasado ante los pocos conocidos y ante mis familiares.
Gracias por sus comentarios.
|
Mode Lineal
