En un fangal, salir de el sin manchas de barro, es toda una proeza.
No tocar una tarjeta "black" que te da 25.000 Euros anuales encubiertos, en medio de un ambiente plagado de corruptos, aprovechados, dedócratas y mangantes, es ser un héroe se mire como se mire. Ser "normal" dentro de ciertos ambientes es en si mismo, una anormalidad.
Claro que, según comentan los mismos "héroes", en su momento, sus compañeros que tiraban de dinero fácil se refería a ellos como "los gilipollas".
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