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Dentro de mi sección “La vida cotidiana de los trolls”, hoy quería hablaros de un tema de actualidad referente a los trolls: las parejas mixtas, y he pensado para ello que lo mejor sería publicar el mail que recibí hace unos días donde una amiga me contaba su historia. La carta dice así:
Querido Tobías:
Me llamo Marta, no nos conocemos, pero mi pareja y yo sabemos de su ministerio, de que simpatiza con nuestra causa, de que es persona justa y respetuosa con la realidad troll, por eso y por otras razones que le contaré en futuras comunicaciones, me he decidido a transmitirle mi historia que he titulado así:
“Me enamoré de un Troll”
Todo ocurrió el verano pasado, yo trabajaba muchas horas, gracias a Dios me habían renovado el contrato, y cuando llegaba a casa no tenia ganas de nada únicamente descansar y conectarme un rato a un foro, llamémosle foro “x”. No se ni como ni porque un usuario me cayó simpático y empezamos a chatear, ya desde las primeras conversaciones fue muy honesto conmigo y me confesó su trollería, aunque nadie mas lo sabía en el foro. Lo había ocultado desde pequeño, cosa que le produjo cierta depresión, ya que como sabemos la autoestima es muy importante. Un día quedamos en un café muy conocido de la capital, hablamos durante horas de muchos temas, de la vida, del amor, que se yo. Algunos clientes, una minoría, nos miraban mal, incluso hubo uno que se levantó de la mesa prorrumpiendo en insultos hacia nosotros. Al final me acompañó a mi casa, le dije si quería subir que le presentaría a mis padres, pero no quiso, “es demasiado pronto” me dijo, me dio un beso en la mejilla y me declaró su amor.
Cuando conté a mis padres que mantenía relaciones con un troll se pusieron como locos, mi madre lloraba desconsolada, “es que solo nos das disgustos”, decía, pero poco a poco, con paciencia les expliqué que era muy bueno conmigo, que era un troll excelente, al final lo aceptaron, “si lo quieres de verdad hija mía, yo te apoyaré como siempre he hecho”, dijo mi padre con una tierna media sonrisa y cogiéndome de las manos.
El día que fuimos a la cueva de mi novio, para que mis padres conocieran a mis futuros suegros, estábamos todos muy nerviosos, solo mi hermano pequeño se veía feliz, para el era una aventura, por lo de la cueva y eso, supongo. Bueno tengo que decir que fue mucho mejor de lo esperado, su madre es una auténtica señora, y su padre parece tonto de bueno que es. Nada que ver con la imagen de los trolls que nos han querido vender en los foros, y la cueva estaba más que limpia. Comimos fuera de la cueva, ya que hacia calor, nos habían preparado el plato típico de allí, una receta muy antigua, de los primeros trolls que se asentaron en esas tierras después de la famosa expulsión, creo. Mi padre y el suyo se entendieron de inmediato. Fue una experiencia muy gratificante ver como nuestros padres estaban juntos a la mesa, comiendo, hablando, felices.
Llevamos casi un año juntos, y tengo que decir que ha sido el año mas maravilloso de mi vida. Durante todo este tiempo hemos sufrido algunos altibajos, pero estoy convencida de que es amor verdadero, de que este troll es para mí. Esta es mi historia, espero que le haya gustado.
Atentamente, su más sincera amiga, Marta
Nota: He preferido, por discreción no poner el verdadero nombre de esta chica, lo digo para no herir susceptibilidades. O sea, el nombre Marta es inventado, si alguien se llama Marta que no se de por aludida. Esta chica tiene otro nombre, no Marta. No se si me he explicado bien.
Nota 2: Espero que “Terminator” tenga sentido del humor.
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