Pues así como por vergüenza o por presumir, pues algo ya nos habría dicho ahora que ha vuelto, una disculpa o algo, no, nada.
La cosa es tan rara que ella ni siquiera conoce a mi esposa, se despareció antes de que fuéramos pareja, y ahora ¿me toca conocer a la suya?
Es más, que cuando le he dicho a mi esposa de esta amiga, ella se ha quedado a cuadros de que nunca le había hablado de ella, y que ahora me estaba pidiendo conocerla.
Creo que no, no iré, a menos que alguien me haga una llave en un brazo para que vaya.
|