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28-May-2020
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Guest
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Cuentan las antiguas leyendas, que en las noches frias y solitarias de invierno, cuando los copos de ti nieve congelan hasta los huesos, se escuchan aullidos de melancolía.
Las lobas salen a cazar, aúllan a la luna, porque la luna no les puede aullar, aúllan con esa dulce y triste canción, mitad loba, mitad luna.
Porque sin luna no hay lobas y sin lobas no hay luna, y si tú no estuvieras no importa la luna, porque tú eres la loba y no hay luna sin ti.
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28-May-2020
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Usuario Intermedio
Registrado el: 16-February-2020
Ubicación: Madrid
Mensajes: 94
Agradecimientos recibidos: 20
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Iniciado por No Registrado
Cuentan las antiguas leyendas, que en las noches frias y solitarias de invierno, cuando los copos de ti nieve congelan hasta los huesos, se escuchan aullidos de melancolía.
Las lobas salen a cazar, aúllan a la luna, porque la luna no les puede aullar, aúllan con esa dulce y triste canción, mitad loba, mitad luna.
Porque sin luna no hay lobas y sin lobas no hay luna, y si tú no estuvieras no importa la luna, porque tú eres la loba y no hay luna sin ti.
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pos ok
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29-May-2020
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Usuario Experto
Registrado el: 08-June-2009
Mensajes: 6.631
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Iniciado por No Registrado
Cuentan las antiguas leyendas, que en las noches frias y solitarias de invierno, cuando los copos de ti nieve congelan hasta los huesos, se escuchan aullidos de melancolía.
Las lobas salen a cazar, aúllan a la luna, porque la luna no les puede aullar, aúllan con esa dulce y triste canción, mitad loba, mitad luna.
Porque sin luna no hay lobas y sin lobas no hay luna, y si tú no estuvieras no importa la luna, porque tú eres la loba y no hay luna sin ti.
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Ni Félix Rodríguez de la Fuente lo hubiera dicho mejor.
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30-May-2020
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Usuario Experto
Registrado el: 07-March-2015
Ubicación: Tierra de Pinares
Mensajes: 2.570
Agradecimientos recibidos: 2203
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Iniciado por No Registrado
Cuentan las antiguas leyendas, que en las noches frias y solitarias de invierno, cuando los copos de ti nieve congelan hasta los huesos, se escuchan aullidos de melancolía.
Las lobas salen a cazar, aúllan a la luna, porque la luna no les puede aullar, aúllan con esa dulce y triste canción, mitad loba, mitad luna.
Porque sin luna no hay lobas y sin lobas no hay luna, y si tú no estuvieras no importa la luna, porque tú eres la loba y no hay luna sin ti.
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No son aullidos de melancolía sino llamadas para comunicarse o para decir "este es mi territorio". Lo de mitad loba y mitad luna es deliciosamente onírico, y merece un análisis más profundo, junto a los relojes derretidos de Salvador Dalí. Los mapaches tienen mirada tierna y adorable, pero se gastan mucha mala leche.
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