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Buenos chicos. Acabo de escribir haciendo caso omiso a mis nervios.
Le he puesto como quien no quiere la cosa y como si no pasara nada:
¿Qué te va a apetecer hacer el finde por mi cumple? He pensado que como estás regular, si quieres me acerco yo sábado o domingo, o lo pasamos juntos, lo que veas. (Todo con emoticonos en plan happy)
Y me ha dicho: pues el domingo pasado me quedé con ganas de comer allí (en mi sitio). Así que si quieres lo hacemos este domingo y luego vamos a la playa.
Y le he dicho: perfecto, y sábado si te apetece que hagamos algo, me dices, que por mi ya sabes que sí.
Y me ha contestado: el sábado creo que me toca hacer otra vez de taxista con mi padre, así que domingo mejor.
Le he puesto: vale, como prefieras.
Pues bien, al menos intención de venir el domingo tiene. Aunque el domingo pasado también tenía la intención y luego estaba fatal y no vino. Así que espero que este domingo venga de verdad.
De verdad, a este hombre le pasa de todo. Han tenido que desalojar su fábrica porque se ha quemado la de al lado. Me ha mandado la foto cuando hablábamos. De verdad, todo le pasa al pobre.
Kuch, efectivamente tengo miedo al fracaso y que me dejen, así es, y por eso a la mínima me altero.
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