Mi corazón
Sé que estás dentro de mí, porque sin ti es muy difícil vivir, más bien es imposible. Por ti han pasado muchas personas, algunas de ellas sólo de paso, otras han permanecido, pero para todas ellas has tenido espacio.
De repente, cuando yo no lo esperaba, me dices que quieres estar con esa persona, pero fíjate que por ser idiota no lo conseguiste, por quedarte parado ahí en la retaguardia, a esa persona dejaste ir.
Sabes que muchas veces te lo he reprochado, que muchas veces te he dicho que no debías haber actuado de ese modo, pero tú eres así.
Si algo he aprendido de ti, es que siempre das, siempre, aunque no recibas nada a cambio, o te lleves muchos golpes y decepciones, pero ¿sabes qué? Creo que todos de algún modo nos deberíamos comportar así, porque saber que actuando bien y saber que así puedes hacer feliz a otros, te hace sentir bien.
Antes te recriminaba que te pararas cuando empezabas a sentir, que no siguieras ese camino adelante, pero ahora soy yo la que no quiere, y sé que ahora estás como el hielo, estás parado, y eso ahora mismo me hace feliz, me da tranquilidad. Aunque eso si te digo, espero que algún día (de momento aún lejano) llegue esa “llama” que encienda el amor.
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