Pues yo si me creo que esas cosas puedan pasar.
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A mi me sucedió en dos ocasiones (en todas, iba borracho) y de la primera ni me acuerdo. Solo recuerdo que me levanté al lado de una compañera de la otra clase (bastante fea), con un dolor de ***** increíble. Al lado de mi cama, había un colchón tirado en el suelo, donde estaba el yonkie de mi compañero de piso, con una peliroja que ni la conocía. Lo peor de todo, es que tuve que llamar a mi hermana para que nos fuera a recoger y llevará pasta, porque no teníamos dinero, ni sabíamos donde estábamos. Después, al bajar del ascensor para ir a la cafetería, se nos quedaron mirando las empleadas de una forma bastante extraña y me morí de vergüenza. Total, 50 euros que nos costo la juerga, más los 100 euros que llevaba el día anterior cuando fuimos de fiesta, donde al parecer se esfumaron.
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Por ello, esas paranoias de “¿Las complací?” son normales… pero ¿Sabes cómo se van? Cuando te lo vuelven a ofrecer… Yo por ejemplo, tuve a mi compañera Erica detrás de mí dos semanas, para que me liara con ella y una prima suya de Teruel que estaba en su casa para pasar todo el mes de junio… En fin, unas pelamas, que para lo único que me sirvio, fue para que los
[email protected] de mi hermana y mis colegas, se cachondearan. Tanto del yonkie, como de mi.