Ese día me acordé mucho de mi padre, ese hombre que me ayudó a creer en mi y que me alentó para hacerme fuerte.
Recordé sus palabras:" Nena, tu eres muy fuerte, eso no es nada para ti". Y yo lo miraba y veía en sus ojos que no mentía, así que acabé creyendo lo que me decía.
Felicité a mi marido por ser el gran hombre que es, con su personalidad arrolladora y con su capacidad para salir siempre adelante por grandes que sean los retos.
Abracé fuerte a mi hijo porque es tan buena gente que me siento super orgullosa de él.
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