No hace falta ser un lince para llegar a la conclusión de que la religión católica, por mucho Paraíso que prometa, es una de las más cicateras a la hora de retribuir la devoción de sus fieles. Sí, ofrece su particular Paraíso, que así de oídas suena interesante, pero tengo entendido que allí lo único que hay son ángeles tocando a todas horas el arpa y nubes espaciadas flotando sobre un cielo azul para si acaso echar sobre ellas alguna que otra cabezadita. Poco más. De hecho, si hacemos caso a mi tocayo Dante, que estuvo allí y lo describió en su Divina Comedia, se antoja un enclave de lo más soporífero. ¿Es eso realmente lo que nos espera para toda la eternidad? La verdad, en lo que a mí concierne, no lo veo demasiado apetecible. Dicen que hasta incluso el sexo está prohibido. Qué barbaridad.
Tampoco es que los hindúes resulten mucho más generosos en esta cuestión. Ellos te ofrecen como presea el Nirvana, que tampoco suena en principio mal, pero por lo que dicen ese tal Nirvana no vendría a ser más que un estado de liberación espiritual, acompañado de unas sensaciones de paz y armonía imperecederas. Dicho de otro modo: supondría más o menos permanecer sentados todo el tiempo con las piernas cruzadas en aspa y dejando escapar por la boca un eterno “mmmmmm”. Otro coñazo insufrible, se mire por donde se mire.
El Islam se permite al menos ofrecer, junto al Jardín de Alá, que vendría a ser el equivalente al Paraíso cristiano, la compañía de las huríes, que son por lo visto tías bellísimas dispuestas a satisfacer cualquier capricho a los seguidores del profeta. Bueno, vamos mejorando, jeje, ahí ya te dejan echar algún que otro polvete
Ignoro, sin embargo, si tendrán también el equivalente en masculino para las mujeres. Sospecho que no, habida cuenta las tendencias machistas de que suelen adolecer los musulmanes. Pero, en fin, qué se le va a hacer.
De todas formas, ya puestos a elegir, yo me decantaría por ser vikingo (me refiero a vikingo de los de verdad, de los que lucen sobre la testa un casco con cuernos, no de esos otros aficionados del Real Madrid a los que también denominan así). Y digo que querría ser vikingo porque parece ser que estos van derechitos cuando la palman al Walhalla (o como demonios se escriba), y allí es por lo visto todo cachondeo y pasarlo de putísima madre, con ríos de cerveza discurriendo como la espuma, con canciones subidas de tono, con risas por doquier, y, finalmente, con las valkirias para calentarte el lecho con sus cuerpos turgentes, valkirias que deben estar tan buenorras como las huríes, pero al parecer mucho más divertidas y cachondas, sin ninguna clase de remilgos ni prejuicios en la cama.
En fin, que menuda suerte la de estos vikingos. Me pregunto si uno podrá hacerse de su religión por iniciativa propia, elevando la oportuna instancia (con sus correspondientes pólizas) al mismísimo Odín, o bien tendrá que solicitar una recomendación previa a algún conocido de Thor o Loki... Y es que está claro que yo quiero ser vikingo
P.D.: No hace falta decir que este hilo no pasa de ser una broma inocente. Espero que nadie se haya molestado ni sentido ofendido. Si así fuera, pido desde ya disculpas. No he pretendido ser irreverente con ninguna religión. A fin de cuentas, no todo van a ser problemas de amor y quebraderos de cabeza, ¿no? Un poco de sentido del humor también viene bien de vez en cuando
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