Según leí hace tiempo, olvidamos más o menos el 90% de todo lo que soñamos.
También podemos olvidarlos por completo al despertar, por eso a veces tenemos la sensación de que llevamos días sin soñar nada, pero en realidad tenemos varios sueños cada noche.
Los despertares bruscos (el sonido del despertador, por ejemplo) también pueden ayudar a que muchas partes del sueño se disipen.