Os resumo mi historia:
Chica conoce chico en vacaciones, se lian y cada uno vuelve a su casa. No pierden el contacto y tras unos meses la cosa se intensifica. Deciden comenzar una relación a distancia, tras algo más de un año chica decide irse a estudiar cerca de su novio. Están un año viéndose casi todos los fines de semana. Ese año "sabático" se acaba y chica tiene que regresar. Chico se plantea si es capaz de proseguir nuevamente con la relación a distancia, si habrá algún día en que todo esto tenga sentido y chico y chica puedan vivir juntos.
Yo soy la chica, regreso a mi hogar en unos días y las cosas se están poniendo tensas. Yo ando tristona. Él dice que podemos seguir a ver que pasa, es cierto que no me puede decir: "SEGUIREMOS JUNTOS PASE LO QUE PASE", no me puede prometer nada (y prefiero que sea sincero a no como esa gente que promete la luna y nunca la alcanza) y él siempre anda en plan de "el tiempo dirá". Dice que no es algo que obviamente le apetezca pero se puede intentar. Tengo mucho miedo a que la distancia haga el olvido. Es cierto que el primer año fue así, pero sirvió de mucho para irnos conociendo, hablar de nosotros y esas cosas, ahora todo era más bien el día a día, convivir, hacer algún viaje que otro, pasar tiempo "real" el uno con el otro. Antes era todo intenso, mariposillas en el estómago.. ahora tengo miedo de que todo se rompa
Tengo 25 años, él ha sido mi único novio (formal), con el que he compartido un millón de cosas, y aunque hay veces en que parecemos de mundos completamente distintos, no me imagino con ningún otro hombre. Hacer una especie de reset y empezar con otra persona. Seguro que algunos os reiréis y penséis que me queda mucho por vivir, y seguramente sea verdad pero, ¿Por qué el primer amor no puede ser el definitivo? ¿Qué creéis que puede pasar?
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