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Antes de empezar quiero dejar claro que soy consciente de que esta historia está teniendo lugar solo porque no quise ni quiero mantener el contacto 0 con la persona implicada, pero esto NO va de que yo siga pillado y lo esté pasando mal.
Se trata otra vez de mi antiguo amor no correspondido, esa chica que me trajo a este foro en busca de respuestas por primera vez.
Como ya he dicho cuando ella me rechazó no mantuve el contacto 0. Pensaréis que fue una estupidez, que debería arrepentirme, pero para mi no es tan sencillo como eso. Esta chica era una buena amiga mia antes de que empezara a verla con otros ojos, y simplemente no pude aceptar la la posbilidad de arrancarla de mi vida así, como si no hubiera existido.
El primer mes fue bastante difícil, porque aunque no hubiera nada entre nosotros existía esa actitud de "ni contigo ni sin ti" que puso las cosas tensas entre los dos, pero lo hablamos y ella dejó de comportarse así para mantener una amistad libre de payasadas y falsos flirteos.
Desde entonces las cosas fueron siempre soprendentemente bien. Soliamos quedar una vez a la semana para salir como amigos, a veces solos, a veces acompañados... pero sin rarezas, todo genial.
Hasta ahí todo bien, o eso debe parecer desde fuera, porque yo siento que pese a que apoyo la idea de seguir siendo amigos no puedo evitar ver que mi actitud hacia ella ha cambiado notablemente, y no para bien.
¿Hablamos? sí, ¿salimos?, sí, ¿ambos tiran del carro en esta amistad? NO. No puedo evitarlo pero de todos mis amigos ella es con diferencia la que recibe la peor parte de mi mismo. No le hablo jamás, no le escribo jamás, y menos le llamo para quedar, pero si ella me habla yo la escucho, si me invita a salir salgo. ¡Y ES QUE NO ME ENTIENDO A MI MISMO!
A veces pienso que soy un mierda, un tio indeferente incapaz de cuidar nuestra amistad como se merece, y me siento realmente culpable porque ella siempre es la última en mi lista de prioridades, mientras que ella sí parece esmerada en mantener una relación sana. No sé si es que no soy capaz de perdonarla. Esta es la parte de culpabilidad.
La de rabia es bien distinta. Surge porque me he vuelto realmente malpensado con esta chica (no del todo sin razón...). Tengo la sensación de que solo me busca cuando está sola, o cuando está mal. Es decir, no puedo evitar pensar que para ella siempre soy el último recurso. Si nadie sale yo lo haré. Si nadie le escucha yo lo haré... y así con todo.
Sé que no es justo, porque no tengo forma de cercionarme, pero me pone realmente furioso solo imaginarlo.
Por ejemplo: hace poco empezó a hablarme para contarme que está mal por un tio que le hace perder el culo. El tipo en cuestión le da largas de mala manera, pero ella insiste e insiste. Yo pacientemente escucho y le doy mi consejo, como haría con cualquier amigo, vaya. A lo que ella obviando lo que tenga que decirle vuelve a la carga contándome lo enamoradísima que está de él y bla bla bla. Afortunadamente esto me da igual, porque ya no tengo esos sentimientos hacia ella -bendito tiempo que todo lo cura-, pero al mismo tiempo sí que me provoca reacciones poco amistosas.
¿Qué clase de reacciones? pues que hay días en los que parece que mi propio ego sea más grande y más fuerte que yo mismo. Manda huevos que me de igual que se enamore de otra persona pero tenga que molestarme que lo haga en esas condiciones. Y es que al tipo este -al cual ni conozco ni juzgo- lo ha conocido hace dos semanas escasas. Y claro, ahí va mi orgullo haciendose pedazos. Imaginaos, yo haciendo el gilipollas durante meses, dandole lo mejor de mi y tratandola como una reina para nada ¡y ahora aparece un caballero de vete a saber dónde, y en menos de dos semanas se convierte en el amor de su vida nada menos!
Lo reconozco, es un pensamiento muy infantil, pero es una cosa que me hiere porque me hace sentir infravalorado hasta lo aborrecible.
Y así están las cosas, que no sé que debo hacer.
¿Me despido de ella y desaparezco de su vida de una vez por todas, o sigo intentando mantener la amistad?
Gracias a todos.
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