Foro de Amor > Foros de Temas de Amor > Mi ex-novio, Mi ex-novia
 
 
 
Prev Mensaje Previo   Próximo Mensaje Next
Antiguo 22-Sep-2013  
Usuario Experto
 
Registrado el: 16-June-2010
Mensajes: 204
Agradecimientos recibidos: 37
Hoy hace un mes que te marchaste de mi lado. En principio, solo te ibas unos días a la playa con tu amiga, pero el tiempo y los acontecimientos han demostrado que no era un simple viaje, fue mucho más, fue el principio del fin de nuestra relación.

Puede que ni tan siquiera eso, puede que el principio del fin estuviera ubicado mucho antes en el tiempo, a principios del verano, cuando dejamos de entendernos, cuando no te di todo lo que me pedías, cuando tú no me diste la comprensión que necesitaba ante mi situación, cuando yo no te hice partícipe de mi vida y mis problemas, o cuando tú no quisiste o supiste como ayudar.

Ya después de tu viaje, nada sirvió. De nada sirvió que te hiciera partícipe de mi vida, de nada sirvió que conocieras a mi familia como tanto me pedías, de nada sirvió la implicación que echabas en falta y te di multiplicada. De nada sirvió aquella conversación de horas, juntos, tú y yo, cara a cara, después de la cual pensé, por primera vez desde que empezamos, que podías ser la mujer de mi vida.

Que nuestros últimos días, fueran inolvidables, lo hace todo mucho más duro, mucho más complicado. Sí, es cierto, fueron 4 días, pero no valoro de ellos el espacio temporal, si no la autenticidad de los sentimientos y las intenciones, esas últimas miradas, esos últimos besos, esos últimos deseos de ir juntos de la mano hasta el final, ese "te quiero para siempre", apenas una hora antes de que dieras por terminada la relación.

No podía creerlo. Hacía solo cuatro días, me habías prometido que no había nadie más, que él no te importaba, que solo me querías a mi, que lo que de verdad deseabas era ser feliz conmigo, y así nos lo demostramos en los últimos días, prácticamente hasta minutos antes de terminar la relación.

Revivo esa noche a cada instante en mi memoria, revivo ese ilusionante "mañana te veo por fin, verás que vestido más bonito voy a llevar", o ese "cariño, me quedo contigo para siempre, te quiero más que a nada", y todavía me parece mentira todo esto. Cuando media hora después escuché el whatsapp de mi teléfono sonar, y vi que eras tú, lo último que me podía imaginar era leer que teníamos que hablar, que habías vuelto a hablar con el otro, con tu antiguo rollo, con ese al que habías visto una vez en tu vida, con ese por el que diste por terminada nuestra relación.

Aún hoy, a veces me cuesta creerlo, todavía hoy me cuesta entender porque hiciste eso, porque así, de esa manera, en ese momento. Habría entendido una decisión así un mes o dos atrás, porque yo mismo lo valoré, pero no en ese momento, cuando todo volvía a estar, o eso parecía, encauzado.

De la noche a la mañana, de un soplo, derrumbaste el castillo de naipes de mi vida, hasta dejarla sin sentido alguno, hasta convertirla en un infierno, y atraparme en un pozo en el que me cuesta respirar, del que no se como salir.

He perdido la ilusión, la motivación, lo he perdido todo. Se ha convertido en un infierno ir a trabajar y tener que ver tu cara de felicidad radiante, y tu indiferencia absoluta ante mi sufrimiento. No le encuentro sentido a nada, nada lo tiene. Me cuesta respirar cada día al levantar y ver que tu ya no estás, ver que te has ido. Me derrumbo cada noche al no recibir ese mensaje tuyo diciéndome de salir a cenar, o de ir a tu casa a ver una película.

Son muchas las horas que he pasado mirando tu whatsapp "en línea" mientras no me hablabas. Son muchas que paso llorando ante tus fotos o tus estados de felicidad. Son muchas las horas de llanto al ver como te dedicas a hablarle a mis amigas diciéndoles lo feliz que estás y lo bien que te va.

Sin embargo, eso último me dio una esperanza. Eso último me sirvió para ver, o para querer ver, que quizás no me tenías tan olvidado, que todavía quedaba algo dentro de ti, que a lo mejor estabas intentando provocar un contacto por mi parte.

Desde ese momento, me puse a pensar. Quería hacer algo especial, distinto, algo que, sirviera o no, no olvidaras en tu vida. Tenía la esperanza de que todo hubiera sido un arrebato, que no te hubieras ido con él. Estáis lejos, y tú, por tu forma de ser, no eres, o no eras, una persona capaz de soportar una relación a distancia. Dentro de mi, me repetía que es posible, que podía recuperarte.

Pero hoy, todo eso ha acabado. Me han dicho que estás con él, has viajado a su ciudad, y parece que por fin has cumplido ese sueño que tenías, de volverte a encontrar con él, aunque me repitieras un millón de veces que querías pasar toda tu vida conmigo.

Mañana, si nada lo remedia, tendré que volver a verte, tendré que ver tu felicidad abrumadora, y yo no voy a ser capaz de soportarlo, no voy a poder.

Me culpaste de la ruptura, me echaste el 100% de la carga a mi, yo me lo busqué, yo te desenamoré, yo te perdí, dejarme era lo mejor que habías hecho, dijiste. Entonces ya no quedaba nada bueno de todo lo que hice por ti, ya solo servía el platillo de los errores en la balanza. El de las cosas buenas, que sinceramente creo que pesaba más, para ti se evaporó, de la noche a la mañana.

Mis errores existieron, sí, igual que los tuyos. Espero que la vida no te haga pagar tus errores tan caros como me los está haciendo pagar a mi.

PD: Siento volver a abrir un hilo referente a este tema, pero necesitaba desahogarme, nada tiene sentido ya, no puedo más.
 
 


La franja horaria es GMT +1. Ahora son las 22:12.
Patrocinado por amorik.com